Los presidentes de las principales cámaras empresariales del país coincidieron ayer en el evento Expo EFI, donde volvieron a rechazar la iniciativa oficial de otorgar un bono de 60.000 pesos a los trabajadores en dos cuotas, y advirtieron que la medida “produce distorsiones en las escalas salariales”.
“Que no nos amenacen con una denuncia anónima a través de un teléfono, como si estuviéramos en Cuba, en Venezuela o en Nicaragua. Eso no es ni parecido a la democracia”, afirmó Mario Grinman, presidente de la Cámara Argentina de Comercios y Servicios (CAC), quien enfatizó que “el ámbito natural para discutir los salarios son las paritarias, jamás discutimos lo que los trabajadores se tienen que llevar al bolsillo, tiene que ser lo más alto posible. El problema es que, de eso, el Gobierno se lleva un 45% para el ‘bolsillo de payaso’, sin fondo. Si no fuera tan angurriento, parte de eso le podría llegar al trabajador”.
Alfredo González, de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), reveló que hubo comunicaciones informales con el Ministerio de Economía para explicar que se les dificulta pagar el bono, sobre todo en un contexto de “inestabilidad macro e imprevisibilidad”. Además, señaló que hace menos de 20 días se cerraron las paritarias de comercios y servicios: “La inflación es un partido que las pymes no lo jugamos, lo sufrimos por partida doble”, remarcó.
“Desconocen la realidad. Seguimos hablando de las mismas cosas, volvemos a tropezar con la misma piedra (…). Nosotros, la Sociedad Rural (SRA), vamos a decir claramente que no podemos afrontar como sector el pago de ese dinero, más allá de la situación puntual de cada productor”, coincidió Nicolás Pino, presidente de la entidad.