El oficialismo encaraba esta noche en el Senado de la Nación una maratónica sesión donde había conseguido aprobar el proyecto de eliminación de la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias y se proponía avanzar en la reforma de la Ley de Alquileres y la creación de nuevas universidades públicas, pese a la férrea oposición del interbloque de Juntos por el Cambio (JxC).
El clima electoral había invadido de hecho la sesión legislativa desde el inicio, cuando el cuerpo aprobó las designaciones de 33 funcionarios en el Poder Judicial, entre los que figura la camarista de Casación Ana María Figueroa, removida por la Corte Suprema de Justicia tras cumplir su edad jubilatoria. La votación fue tan ajustada que debió desempatar la presidenta provisional del Senado, Claudia Ledesma Abdala de Zamora luego de tres horas de debate, ya que JxC pudo imponer una moción para votar el pliego de Figueroa de manera separada de los otros 32 jueces.
Figueroa integraba la Cámara de Casación que falló a favor de reabrir la causa Hotesur-Los Sauces en agosto -donde se investiga a la vicepresidenta Cristina Kirchner– tras la remoción de la jueza por parte del máximo tribunal del país, luego de que cumpliera 75 años. De hecho, la sesión de este jueves fue la primera que realiza el Senado desde abril por el bloqueo de la oposición que se negaba a dar quórum para no habilitar el debate de su pliego.
«La Corte, violando la Constitución Nacional, se toma atribuciones que la Constitución no les entrega. En ninguna parte dice que la Corte puede nombrar a un juez o destituirlo. Por una decisión administrativa bajaron a una juez de la Cámara”, se quejó el senador José Mayans (FdT), mientras que el radical formoseño Luis Naidenoff acusó al oficialismo de insistir con el pliego de Figueroa por “tozudez y empantanamiento”.
«Esta es una Orden del Día inexistente, porque tratamos el pliego de alguien que la Corte ya resolvió que no puede ser juez”, sentenció Naidenoff.
Efectivamente, la aprobación del pliego de Figueroa promete abrir un nuevo conflicto institucional con el máximo tribunal del país.
Pero esa fue la primera de una serie de batallas legislativas que se proponía encarar el oficialismo, que anoche logró aprobar el proyecto de eliminación de la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias. La iniciativa obtuvo 38 votos positivos de los senadores oficialistas más los aliados Alberto Weretilneck (Río Negro), Magdalena Solari Quintana (Misiones) y Clara Vega y los legisladores de Unidad Federal. A la vez, los 27 votos negativos correspondieron a JxC y la senadora cordobesa Alejandra Vigo (Unidad Federal).
En su intervención, Vigo (y esposa del gobernador Juan Schiaretti) había condicionado su voto positivo a un cambio en el proyecto en lo que respecta al Impuesto al cheque y su distribución entre las provincias del interior del país. «Los cordobeses no le creemos al ministro Sergio Massa. Con esta modificación a Ganancias, Córdoba va a perder más de 50.000 millones de pesos que impactarán, por ejemplo, en muchos servicios que benefician directamente a los trabajadores», había planteado Vigo en el recinto.
«Por eso solicité en el recinto hacer una incorporación al proyecto, la modificación del Artículo 1 de la Ley 27432 (Ley del Cheque) que debe quedar redactado de la siguiente manera: El 70% de este impuesto se destinará a la Anses, organismo descentralizado actuante en el ámbito de la Secretaría de Seguridad Social del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social; y el 30% restante a las provincias y a Caba. Eso evitaría la desfinanciación de las provincias. Sólo si se acepta esta incorporación acompañaré con mi voto», dijo la senadora schiarettista. Un planteo que finalmente no tuvo lugar.
«Esta medida es tremendamente regresiva porque se va a pagar con inflación, que afecta más a los de más abajo”, aseveró a su tiempo el radical Martín Lousteau (Evolución), mientras que su par de San Luis, Gabriela González Riollo (JxC), calificó a la medida como “electoralista y oportunista” porque “profundiza el déficit fiscal de la Argentina”. «Ya sabemos que el salario no es Ganancia, pero de dónde sale la plata. Pido responsabilidad en estos temas”, agregó el chubutense Ignacio Torres (JxC).
La iniciativa apunta a que los cambios se implementen a partir de 2024. Además de eliminar la cuarta categoría de Ganancias, crea un nuevo impuesto cedular que fija el pago únicamente para los ingresos superiores a 15 salarios mínimos mensuales, que a partir de octubre representará unos $2.000.000 con el ajuste del salario mínimo aprobado esta semana. Así, sólo pagarán Ganancias unos 88.000 contribuyentes, menos del 1% del total de las remuneraciones, jubilaciones y pensiones.