El gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) de Bolivia formalizó ayer su quiebre con la decisión de un polémico Congreso partidario de proponer al ex presidente Evo Morales como “candidato único” para los comicios de 2025 y nombrarlo jefe partidario y dar por hecho la expulsión del mandatario Luis Arce y otros dirigentes de su sector por no haber asistido al encuentro, que fue paralizado por la justicia, pero igual siguió sesionando.
Las decisiones, aunque esperadas, constituyen la ruptura oficial del partido entre los sectores que responden a Morales y a Arce, el punto último de una escalada de enfrentamiento de casi tres años. La reunión partidaria, que se realiza desde el martes en la localidad de Lauca Ñ, en el departamento de Cochabamba, comenzó con una resolución de la mesa política en la que se nombró de forma preliminar a Morales como el “candidato único” de la fuerza y se aprobó que “no se haga ninguna alianza” en 2025.
Otro de los puntos de la declaración indica que “las denuncias por transfugio y traición serán remitidas al Tribunal de Disciplina, para considerar su expulsión del partido político”, en una medida que apuntó a Arce y al vicepresidente David Choquehuanca y a otra veintena de dirigentes, entre ellos cinco diputados.
Arce y Choquehuanca no solo no asistieron al Congreso, como habían anticipado, sino que además le restaron validez con el argumento de que no cuenta con la participación de las organizaciones fundadoras del MAS y hasta accionaron judicialmente contra las deliberaciones.