El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ordenó hoy «un apoyo adicional a Israel» ante el «ataque terrorista sin precedentes» lanzado ayer por el movimiento islamista palestino Hamas, que consideró a esa colaboración como una «agresión».
La Casa Blanca informó en un comunicado que «el presidente ordenó un apoyo adicional a Israel ante este ataque terrorista sin precedentes por parte de Hamas».
La nueva ayuda militar está «en camino» a Israel y «habrá más en los próximos días».
Por su parte, el secretario de Defensa, Lloyd Austin, indicó en un comunicado que «el gobierno de Estados Unidos proporcionará rápidamente a las Fuerzas de Defensa de Israel equipos y recursos adicionales, incluidas municiones», recogió la agencia de noticias AFP.
Más temprano, el secretario de Estado, Antony Blinken, había anticipado que Washington analizaba entregar un nuevo paquete de ayuda militar a Israel tras los ataques sin precedentes lanzados por el movimiento islamista palestino Hamas en territorio israelí.
«Estamos analizando nuevas demandas específicas de los israelíes. Creo que probablemente escucharán más sobre eso hoy», dijo el jefe de la diplomacia de Estados Unidos a la televisora CNN.
Blinken dijo que la directiva de Biden era la de «asegurar que Estados Unidos proveyera a Israel con lo que necesitase para hacer frente a los ataques de Hamas».
En tanto, Hamas reaccionó equiparando la ayuda militar estadounidense a Israel a una «agresión» a los palestinos.
«El anuncio de Estados Unidos de que proporcionará un portaaviones para apoyar la ocupación (de Israel) implica una participación real en la agresión contra nuestro pueblo», dijo la organización islamista en un comunicado.
Hamas atacó ayer a Israel por aire, mar y tierra con cientos de milicianos que derribaron un muro defensivo y se infiltraron en Israel desde Gaza.
Los milicianos mataron a más de 600 israelíes, tanto civiles como soldados, durante ataques a múltiples localidades que hoy continuaban en algunas de ellas.
Decenas de israelíes fueron capturados por combatientes de Hamas y llevados a Gaza.
Israel respondió con bombardeos en Gaza, el enclave costero gobernado por Hamas.
El Ministerio de Salud de Gaza dijo que al menos 370 palestinos murieron en los bombardeos israelíes.
Blinken dijo hoy en la entrevista televisiva que el Gobierno de Estados Unidos estaba trabajando «a tiempo extra» para verificar informes de que había ciudadanos estadounidenses entre los muertos y desaparecidos, luego de los ataques Hamas.
«Tenemos informes de que varios estadounidenses murieron y que hay otros desaparecidos. Estamos trabajando a tiempo extra para verificarlo», dijo.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, condenó el ataque y habló ayer por teléfono con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
Biden le transmitió su «condena al atroz ataque contra Israel por parte de grupos armados de Hamas» y le expresó su respaldo «sólido e inquebrantable».
«Le dije que Estados Unidos está con el pueblo de Israel frente a estos ataques terroristas», dijo Biden en una declaración desde la Casa Blanca, sobre su llamada.
Asciende la cantidad de muertos
Más de un millar de personas -600 en Israel y más de 400 en Gaza- murieron en los primeros dos días de guerra entre Israel y el movimiento islamista Hamas, según se informó hoy, mientras el Ejército israelí aún combatía a milicianos en ciudades del sur del país, tras haber lanzado más bombardeos en Gaza y e intercambiado disparos con miembros del grupo islamista libanés Hezbollah, lo que hacía temer una expansión de las hostilidades.
La ofensiva desencadenada ayer por tierra, mar y aire por Hamas, que gobierna Gaza, dejó hasta esta noche en Israel más de 600 muertos y 2.000 heridos, 200 de ellos en «estado crítico», según el último balance oficial israelí.
En Gaza, el Ministerio de Salud señaló que los bombardeos lanzados como réplica por Israel ocasionaron por su lado 413 muertos -entre ellos 78 niños y 41 mujeres-, así como 2.300 heridos.
Los islamistas tomaron rehenes y los llevaron consigo al enclave costero, entre ellos mujeres, niños y ancianos, secuestrados que en el pasado han canjeado por cientos, a veces miles, de prisioneros palestinos retenidos en Israel.