Las dos personas detenidas en Brasil durante un operativo policial para «destrabar actos terroristas», sospechadas de tener vínculos con el grupo chiita libanés Hezbollah y de planear atentados contra la comunidad judía en el país, negaron cualquier participación en planes de ataques, según información divulgada en el medio brasileño G1.
Durante su primera audiencia ante un juez realizada por videoconferencia ayer, los sospechosos arrestados el miércoles por la Policía Federal (PF) negaron los hechos que se les imputan y consideraron «absurdo» el proceso que enfrentan.
«Me tratan como a un delincuente, como a un terrorista, pero no soy nada de eso», declaró uno de ellos, que vive en la ciudad de Joinville, en el estado sureño de Santa Catarina.
«Me parece absurdo que alguien me diga: usted es miembro de Hamas, de Hezbollah. No sé de dónde sacaron eso», expresó el detenido, informó hoy el medio local G1.
El otro sospechoso había sido arrestado en el aeropuerto internacional de Guarulhos, cerca de San Pablo, cuando regresaba de un viaje al Líbano.
«¿Por qué iba a dejar mi casa, donde estoy en paz, para unirme a un grupo de guerra?», le dijo al juez este hombre residente en la capital Brasilia.
Los detenidos tienen 35 y 38 años y ambos cuentan con nacionalidad brasileña.
Los abogados defensores también consideraron «un caso absurdo» sin ningún sustento firme.
La operación del miércoles, que incluyó también allanamientos en varios estados, tenía como objetivo, entre otras cosas, «obtener pruebas de un posible reclutamiento de brasileños para la práctica de actos extremistas en el país», de acuerdo con un comunicado de la PF, replicado por G1 y reproducido por la agencia de noticias AFP.
Las autoridades brasileñas no proporcionaron más detalles sobre la investigación, pero el servicio de inteligencia israelí Mossad reveló que ayudó a «frustrar un ataque planeado por una célula terrorista de Hezbollah en Brasil» y que los objetivos en territorio brasileño serían sitios vinculados a la comunidad judía.
El jueves, varias autoridades brasileñas expresaron su descontento con las afirmaciones del Mossad sobre la operación de la PF.
El ministro de Justicia, Flavio Dino, agradeció la ayuda, pero declaró que los servicios de inteligencia israelíes querían «anticipar el resultado de una investigación en curso, con fines de propaganda política».
Desde la nueva escalada de la violencia en Medio Oriente, derivada del ataque de Hamas del 7 de octubre contra territorio israelí, la zona fronteriza del sur de Líbano es escenario a diario de intercambios de disparos entre el Ejército israelí y Hezbollah y sus aliados, que apoyan al grupo islamista palestino.
Israel prometió destruir a Hamas después de que ese grupo lanzara una incursión desde Gaza el 7 de octubre, en la que murieron 1.200 personas, según el último balance que actualizó la cifra de 1.400, y capturara a unos 240 rehenes, entre ellos una veintena con nacionalidad argentina.
Los ataques de Israel a su vez dejaron más de 11.000 muertos, entre ellos unos 4.500 niños, de acuerdo con el movimiento que gobierna en la Franja de Gaza.
Ante la situación, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, condenó los «ataques terroristas perpetrados por Hamás» en Israel, al tiempo que afirmó que las represalias israelíes no justificarían la muerte de «inocentes» en Gaza.