Talleres volvió ayer a entrenarse tras la dura derrota que sufrió el domingo ante Colón en Santa Fe por 3-0, y tiene por delante casi dos semanas para preparar el juego como local ante Independiente para cerrar la Copa de la Liga, con la necesidad de sumar un punto para asegurarse un lugar en la próxima Copa Libertadores y un triunfo para quedarse con el segundo puesto de la Tabla Anual.
El equipo de Javier Gandolfi tiene 64 puntos en la anual y es único escolta de River (84), por lo que un triunfo lo dejará en esa segunda colocación sin depender de otros resultados, ya que lo siguen de cerca Godoy Cruz (63), Rosario Central (62), Estudiantes (61) y San Lorenzo (61), que buscarán también meterse en la máxima competencia sudamericana.
Por eso, el juego ante el Rojo será trascendente, aunque para apostar a un triunfo la T debe recuperar la memoria, ya que acumula siete fechas sin ganar, con un rendimiento muy por debajo de lo esperado.
Ya sin chances de meterse en cuartos de final de la actual competencia, el Matador quiere el triunfo que le permita cerrar con una sonrisa un año que comenzó de muy buena manera, peleando el título contra River de la Liga Profesional, pero que en el segundo semestre sufrió la salida de algunos futbolistas y el bajo nivel de los que quedaron.
La semana de trabajos para el plantel albiazul comenzó con trabajos físico-técnicos y tuvo las ausencias de Matías Catalán (Chile), Matías Galarza (Paraguay), Ramón Sosa (Paraguay) y Rodrigo Villagra (Argentina Sub 23), afectados a sus distintas selecciones en la doble fecha FIFA.