La incertidumbre y la preocupación en el sector de la construcción por el futuro de la obra pública en el país, tras el anuncio del presidente electo de Javier Milei de cerrarlas y estimular la inversión privada en el sector, motivó una ola de rechazos públicos y la advertencia sobre el riesgo que corren unos 500.000 trabajadores del sector.
Así lo precisó el secretario gremial del Sindicato de Trabajadores de Vialidad nacional, Fabián Cattanzaro, quien explicó que “hay 3.000 obras activas y, si se para la rueda, están en peligro 200.000 puestos de trabajo directos que genera la obra pública y otros 300.000 que genera la cadena de valor. Si la rueda se para, la (empresa) contratista deja de cobrar y lo primero que hace es recortar desde el lado de los sueldos. Una obra que se para empieza a tener un desgaste y nos termina saliendo más caro”.
“Queremos aclararle (a Milei) que la obra pública es todo”, explicó Cattanzaro, quien precisó que “aunque una ruta la haga un privado va a ser pública y se banca desde lo público. Nos proponen volver al sistema nefasto de concesiones y a la participación pública privada que hace cuatro años conocimos por experiencia directa”, agregó en referencia a la gestión de Cambiemos. “Con ese modelo se buscaba generar mayor diferencia y un gran negocio para las financieras que bancaban estos proyectos. Por eso, estamos en estado de alerta ya que a nosotros nos puede generar un prejuicio y salimos a defender y bancar una fuente de trabajo porque en vialidad no sobra nadie”, agregó Cattanzaro.
“Queremos alertar a la sociedad lo que se está planteando por abajo. Cuando nos dicen que va a haber un modelo de obra pública a la chilena nadie sabe qué quiere decir y es invertir donde solo es rentable, no entendiendo a la obra pública como un bien social sino como un negocio. En el gobierno de Macri cuando se llevó a cabo este modelo de participación público-privada territorialmente abarcaba un tercio del país. Hablamos de soberanía, territorialidad. Nuestra preocupación es cómo se van a hacer cargo de esto”, completó el dirigente.
Las obras públicas “son centrales para la dinámica económica del país” porque “mejoran las conexiones, la accesibilidad, la infraestructura, y generan competitividad sistémica”, coincidieron a su vez diferentes economistas como Martín Burgos, de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso). “Pensar la obra pública solamente como inversión privada es un problema porque hay obras que no haría nunca el sector privado porque no tiene ganancia económica, pero a nivel social sí”, explicó.