A menos de una semana de asumir, el flamante mandatario electo Javier Milei hace malabares en las negociaciones por el armado de su nuevo Gobierno sin dejar grandes heridos tanto en La Libertad Avanza (LLA) como en sus flamantes aliados, el PRO de Mauricio Macri y el peronismo federal conducido por el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti.
Con ese norte, su equipo de comunicación anunció que el dirigente radical Luis Petri -quien acompañó en la fórmula presidencial de Juntos por el Cambio (JxC) a Patricia Bullrich– será el futuro ministro de Defensa de la gestión de Milei, lo que significa un fuerte golpe para la vicepresidenta Victoria Villarruel, que aspiraba a quedarse con el área. “Petri será el ministro de Defensa a partir del próximo 10 de diciembre”, consignó un comunicado de prensa del Gobierno entrante, que al mismo tiempo destacó que con este anuncio “la fórmula completa de JxC ha quedado integrada al gobierno de LLA”, en referencia a la designación de Bullrich como ministra de Seguridad.
En efecto, la designación del radical Petri es un fuerte gesto de Milei hacia JxC, sector que debe seducir de cara al complejo escenario que enfrentará en el Congreso para impulsar sus medidas. Al mismo tiempo, ratifica el congelamiento de Villarruel, cuya influencia se limitará al Senado de la Nación y al rol formal de Vicepresidenta. Según la prensa porteña, la desconfianza de Milei con ella se agudizó después de que se conociera que Villarruel había mantenido reuniones reservadas en las que presentó planes y eventuales colaboradores para las carteras de Seguridad, Defensa y de Inteligencia, sin su aval ni conocimiento.
El electo presidente se reunió ayer mismo con Bullrich y Petri en una mini cumbre con su futuro Gabinete, donde “se discutieron los principales desafíos que deberá enfrentar cada ministerio, así como las reformas que deberán llevar adelante y las primeras decisiones a tomar”, según se indicó oficialmente. Pero Milei encara días de negociaciones febriles para cerrar las designaciones que faltan en organismos sensibles como el Banco Central, la AFIP o Salud sin profundizar las primeras grietas surgidas en el armado libertario.