El Congreso de Estados Unidos aprobó ayer la apertura formal de una investigación sobre una eventual destitución del presidente Joe Biden por los controvertidos negocios de su hijo en el extranjero, una iniciativa que el presidente calificó de “artimaña política infundada”.
Este procedimiento no tiene prácticamente posibilidades de éxito, pero es un estorbo para la Casa Blanca cuando está lanzada la búsqueda de la reelección de Biden en las elecciones presidenciales de 2024.
Los miembros del Partido Republicano, que tiene la mayoría en la Cámara de Representantes desde enero de este año, acusan al mandatario demócrata de haber utilizado su influencia cuando era vicepresidente de Barack Obama (2009-2017) para permitir a su hijo Hunter realizar negocios en China y Ucrania. “Joe Biden mintió repetidamente al pueblo estadounidense”, acusó el jefe del comité de investigación de la Cámara de Representantes, James Comer. El presidente, su hijo y el partido demócrata en general niegan las acusaciones.
“En vez de hacer su trabajo (…) deciden perder el tiempo con esta artimaña política infundada que incluso los republicanos en el Congreso reconocen que no está respaldada por hechos”, reaccionó Biden en un comunicado minutos después de la votación.
Unas horas antes, su hijo Hunter dio una inusual rueda de prensa en las escalinatas del Capitolio en la que defendió a su progenitor. “Permítanme decirlo lo más claramente posible: mi padre no participó financieramente en mis negocios”, aseguró Hunter, que se ha convertido en el blanco predilecto de los conservadores. Delante del Congreso, Hunter reconoció “haber cometido errores” en su vida, pero acusó a “los trumpistas” de intentar “deshumanizarlo” para “perjudicar” a su padre.
El presidente de 81 años siempre ha apoyado públicamente a Hunter Biden y ha dicho en muchas ocasiones que se siente “orgulloso” de él. Hace unos meses ya se abrió una investigación similar contra el presidente demócrata, a petición de congresistas allegados a Trump, quien podría ser su rival en los comicios de 2024.
A finales de septiembre se celebró una primera audiencia parlamentaria durante la cual los expertos coincidieron en que actualmente nada justifica una acusación contra el mandatario. “No hay ninguna prueba de que el presidente Biden haya cometido ningún acto reprensible”, añadió ayer el líder demócrata de la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries.
Los republicanos creen que la apertura formal de la investigación, adoptada únicamente con sus votos, es una nueva posibilidad para incriminar al líder demócrata.