Frente al rechazo anticipado por los bloques de Unión por la Patria (UxP) y de la izquierda, el oficialismo dependerá de los votos de los espacios “dialoguistas” para lograr la aprobación del proyecto de Ley ómnibus que el miércoles envió al Congreso. Se trata de un mosaico legislativo en el que conviven principalmente cuatro bloques en la Cámara baja: el PRO (40 integrantes), la UCR (34), Hacemos Coalición Federal (23) e Innovación Federal (9).
Aunque los reparos varían, los une un denominador común: la mayoría de las bancadas rechaza de plano concederle luz verde al Poder Ejecutivo en materia de facultades delegadas. Menos aún por cuatro años.
Desde la bancada Hacemos Coalición Federal, Miguel Pichetto objetó que se le otorgue a Milei facultades legislativas por tanto tiempo: “De ninguna manera; a lo sumo será por un año y no en todas las materias”, advirtió.
Mientras los legisladores coinciden en que aún no hubo tiempo de leer todo el material y llevará un tiempo analizar cada aspecto, hubo reacciones diversas.
Para UxP lo más cuestionable fue el modo que utilizó el presidente para intentar modificar la estructura del Estado. Máximo Kirchner dijo que “la magnitud del DNU, sumado a la ley (ómnibus), lo que busca es atorar al Congreso”. En tanto, la izquierda rechazó de plano el proyecto de Ley: “Esto es establecer una monarquía. El que vota eso, vota Dictadura”.
Para la Coalición Cívica, se trata de “un proyecto muy ambicioso”. “Con esta ley pretenden quitarle al Congreso facultades que le son propias. Nosotros vivimos en una República, en un estado de derecho y en regímenes donde manda la Constitución republicana uno no puede hacer lo que quiera”, dijo Maximiliano Ferraro.
Por su parte, el representante del PRO Cristian Ritondo dijo que en su bloque “tenemos toda la mejor predisposición para darle todas las herramientas para gobernar al Ejecutivo”. Sin embargo, puso algunos reparos ya que hay iniciativas que plantea el proyecto atentan contra una porción de su base electoral: los jubilados y el campo.
Bajo el liderazgo de Rodrigo De Loredo, el bloque radical le puso límites a la Ley ómnibus de Milei. “Para nosotros es inadmisible una delegación de facultades que (…) se traduce en la anulación del Parlamento”, declaró el cordobés”.
A su vez, desde Innovación Federal el diputado Agustín Domingo (Río Negro) advirtió sobre la eliminación de la fórmula de actualización de las jubilaciones. “Tal como está redactado el proyecto implica una carta blanca al Poder Ejecutivo para que discrecionalmente disponga el ajuste en los haberes”, planteó.
Si bien el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, quiere imprimirle celeridad, difícilmente el proyecto se apruebe antes de fines de enero, cuando vence el plazo de las sesiones extraordinarias.