Israel pidió hoy que la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (Unrwa) cese sus actividades en la Franja de Gaza cuando termine la guerra, tras la denuncia de que algunos de sus empleados estuvieron involucrados en los ataques del 7 de octubre del movimiento islamista palestino Hamas, mientras más países se sumaron a Estados Unidos y suspendieron temporalmente los fondos a la organización.
El gobierno quiere «asegurarse de que la Unrwa no sea parte» de la solución en el territorio palestino tras la guerra entre Israel y Hamas, afirmó el ministro de Relaciones Exteriores, Israel Katz, y expresó su deseo de «detener» todas las actividades de la agencia.
Hamas denunció seguidamente las «amenazas» israelíes contra la agencia e instó a la ONU y a otras organizaciones internacionales a no «ceder ante el chantaje», consignó la agencia de noticias AFP.
El grupo islamista, catalogado como organización terrorista por Israel, Estados Unidos y la Unión Europea, acusó a Israel de querer «cortar los fondos y privar» a los gazatíes de cualquier ayuda.
El ministro de Asuntos Civiles de la Autoridad Palestina, Husein al Sheij, pidió a los países que decidieron retirar su apoyo a la organización que «reviertan inmediatamente su decisión».
La agencia, insistió, «necesita el máximo apoyo (…) no recortes en la ayuda y la asistencia».
La Unrwa anunció ayer que despidió a «varios» empleados acusados por Israel de participar en el ataque del 7 de octubre y lanzó una investigación al respecto.
«Cualquier empleado de Unrwa que haya estado involucrado en actos de terrorismo será responsabilizado, incluso mediante acciones penales», indicó.
Hoy, después de que se conociera que varios países suspendieron su financiamiento, la organización dijo que esto amenaza su «labor humanitaria en curso en toda la región, incluida y especialmente la Franja de Gaza».
«Es chocante ver una suspensión de fondos a la agencia como reacción a las acusaciones contra un pequeño grupo de empleados, especialmente teniendo en cuenta la acción inmediata que tomó la Unrwa al rescindir sus contratos y pedir una investigación independiente y transparente», aseguró el comisionado general de la Unrwa, Philippe Lazzarini, en un comunicado.
Lazzarini recordó que la Unrwa es la principal agencia humanitaria en Gaza, donde más de dos millones de personas dependen de ella para sobrevivir.
Estados Unidos comunicó el viernes que suspendió «temporalmente la financiación adicional» a la agencia, y hoy se sumaron Australia, Canadá, Italia, Finlandia, Reino Unido y Países Bajos.
Doce empleados «podrían haber estado involucrados» en el asalto de Hamas, afirmó el Departamento de Estado estadounidense.
«EEUU, Canadá, Finlandia, Australia, Italia y el Reino Unido han dejado de financiar
a la Unrwa debido a la implicación de su personal en la masacre del 7 de octubre. Pido a más naciones que se unan», escribió Katz en su cuenta de la red social X (antes Twitter).
El canciller israelí, que consideró «innegable» que la agencia de la ONU tiene vínculos con Hamas, dijo a su vez que los responsables de la agencia «deberían ser destituidos e investigados a fondo sobre su conocimiento de estas actividades».
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, emitió ayer un comunicado en el que indicó que ya estaba al tanto de acusaciones «extremadamente graves» y se declaró «horrorizado por la noticia».
Además, pidió al jefe de la Unrwa que investigue el tema «con celeridad» y anunció un «examen urgente e integral» sobre la propia agencia para los refugiados, creada en 1949.
La Unrwa, que interviene en los territorios ocupados palestinos, así como en Líbano, Jordania y Siria, enfrentó dificultades para financiar sus operaciones en los últimos años.
Estados Unidos, su principal contribuyente, había cancelado su financiación durante el mandato del expresidente Donald Trump, pero Joe Biden restableció las ayudas en 2021.
La Unión Europea (UE) expresó ayer su «preocupación extrema» por las acusaciones y reclamó a la agencia de la ONU «medidas inmediatas» y total transparencia sobre el caso, pero no tomó una decisión respecto al financiamiento.
«La Unrwa ha desempeñado un papel vital durante muchos años apoyando a los refugiados palestinos vulnerables en el acceso a servicios vitales como la educación y la salud, y es un socio crucial de la comunidad internacional, incluida la UE», indicó un comunicado conjunto de la Comisión Europea y el jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell.
Suiza también se negó a tomar partido y pidió «más informaciones» antes de aprobar su presupuesto de 2024.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores irlandés, Micheál Martin, subrayó que no tiene intención de suspender la aportación de fondos a la Unrwa.
«Plena confianza en la decisión de Lazzarini de suspender de inmediato al personal de la Unrwa que participó en el condenable ataque del 7 de octubre, investigar minuciosamente y tener cero tolerancia con el terrorismo», escribió en X, según recogió la agencia de noticias Europa Press.
Ese día, milicianos de Hamas ingresaron por sorpresa en territorio israelí y mataron a unas 1.200 personas, además de secuestrar a otras 240, entre ellas una veintena con nacionalidad argentina.
En respuesta, Israel lanzó una ofensiva aérea y terrestre que dejó al menos 26.257 muertos en Gaza, en su mayoría mujeres y menores, según el último balance del Ministerio de Salud de Hamas, que gobierna el pequeño territorio palestino.