Un nuevo método de estafas bancarias fue detectado en el cajero de un establecimiento comercial ubicado en Ruta 20, en Córdoba. Aparentemente, se habrían realizado con un dispositivo que debitaba dinero de la cuenta de los usuarios y tenía escrito «apoye su tarjeta aquí» como si fuera parte del cajero.
Por dicho delito, este lunes fueron detenidos dos hombres y una mujer que habrían cometido las estafas calificadas como defraudación por el uso de tarjeta de crédito o debito ocurridas el 7 de febrero. Tras el trabajo de investigación de la Fiscalía de Cibercrimen, de la División de Delitos Económicos y de la Unidad Judicial de Delitos Económicos de la Provincia de Córdoba, se logró reunir una serie de elementos que permitieron concluir que estas tres personas serían responsables del fraude.
La investigación se encuentra en etapa inicial y está a cargo del fiscal Juan Pablo Klinger. La estafa consistía en colocar de manera camuflada un dispositivo en el cajero automático que permitía debitar una cantidad de dinero de la cuenta de los usuarios que apoyaban su tarjeta de debito.
Lo novedoso y poco frecuente es que dispositivo colocado no sustraía datos de la tarjeta sino que debitaba dinero de la cuenta. Las transferencias eran de pequeños montos al rededor de $8.000, con el objetivo de no despertar alarma en los usuarios y pasar desapercibido. Cabe destacar que uno de los detenidos habría recuperando la libertad en 2021, luego de permanecer 17 años en prisión.
Es importante recordar que a comienzos del corriente mes ya se habían detectado algunos de estos dispositivos que operan “pegados” a la terminal del cajero y que tienen un acabado tal que aparenta ser una misma pieza junto con el cajero. Años atrás, los estafadores de este tipo instalaban minicámaras de video en el “techo” del cuadrante del cajero, como una forma de registrar qué números marcaba el usuario cuando ingresaba su clave de seguridad.
Muchos, a partir de esa época, comenzaron a tapar con la otra mano cuando marcaban la clave. También, en aquellos años, colocaban “lectores” en las ranuras, que extraían los datos de la banda magnética. Ahora, con la tecnología “de contacto”, apoyando el plástico, roban los datos de la tarjeta y luego la clonan para vaciar la cuenta. La novedad en este caso es el débito de sumas pequeñas para pasar desapercibidos.