La cumbre de los dirigentes del fútbol argentino convocada por Claudio “Chiqui” Tapia se llevó a cabo ayer en el predio de la AFA en Ezeiza y, de acuerdo a lo que se informó oficialmente desde la Liga Profesional, se trataron dos tópicos: los cuartos de final de la Copa de la Liga y el Fair Play económico financiero. Sin embargo, el tema central fue otro: el de los arbitrajes y las broncas que se ventilaron luego de una semana de polémicas, quejas y cruces mediáticos, con Carlos Tevez, Pablo Dóvalo y Pablo Toviggino a la cabeza.
No figuró en el orden del día, pero el mandamás del fútbol argentino les pidió a sus pares que si tienen algún reclamo lo hagan puertas adentro y no públicamente. Que las críticas sean internas y no en los medios de comunicación. Además, instó a los presidentes de los clubes para que disciplinen a jugadores, cuerpo técnico y empleados sobre cómo canalizar los reclamos y evitar generar mayor crispación entre los hinchas y socios.
“Si quieren hablar de los árbitros, acá, a todas las reuniones, viene Beligoy. Me llaman, levantan el teléfono y hablan conmigo. Tienen alguna duda, la seguimos entre todos. Quieren cambiar algo, lo cambiamos entre todos…”, fue, palabras más, palabras menos, el lineamiento que bajó Tapia.
El cónclave, desarrollado en la oficina de reuniones del edificio donde funciona el VAR -paradójicamente- en el predio Lionel Andrés Messi, fue comandado por el flamante Consejo Directivo de la AFA, cuyos integrantes son el mismísimo “Chiqui” Tapia, el secretario general de la institución y presidente de Racing, Víctor Blanco, el tesorero Pablo Toviggino y el director general, Gustavo Lorenzo. También estuvo el CEO de la Liga Profesional, Francisco Duarte, además de los representantes de los 28 clubes de la categoría.