Mientras un equipo negociador de Israel sigue en El Cairo, Egipto, tratando de conseguir un acuerdo de alto el fuego para canjear rehenes con Hamás, el primer ministro del país, Benjamín Netanyahu, visitaba ayer la base militar de Tal Hashomer, en el centro de Israel.
Más que en unas instalaciones del ejército, las fotos distribuidas por su oficina a los medios hacían pensar en una charla en un instituto. Su público eran reclutas del servicio militar, la mayoría adolescentes, que escucharon cómo Netanyahu se comprometió de nuevo a destruir todas las brigadas de Hamás, “incluyendo las de Rafah”, una nueva alusión a la ciudad meridional donde se hacinan 1,4 millones de desplazados de una población total de 2,2 millones de gazatíes.
Esta declaración, que se suma al anuncio del primer ministro la víspera de que esa invasión ya tiene fecha, complican la consecución de un acuerdo que Israel y Hamás negocian en la capital egipcia.
Reclaman un alto el fuego
Cuando Israel se retira de Gaza para coordinar una ofensiva en Rafah y el gabinete de Benjamin Netanyahu lo insta a hacerla para no caer, el presidente francés Emmanuel Macron, su par egipcio, el general Abdel Fattah al Sisi y el rey Abdallah II de Jordania exigieron “un alto al fuego inmediato y permanente” en la Franja.
En una tribuna en el diario francés Le Monde y otros tres periódicos, los tres dignatarios llamaron a finalizar “el sufrimiento humano” en la Franja de Gaza y remarcaron el “intolerable número de víctimas”.
“Ante el intolerable número de víctimas, nosotros, los Jefes de Estado de Egipto, Francia y Jordania, exigimos la implementación inmediata e incondicional de la Resolución 2728 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Destacamos la urgente necesidad de un alto el fuego permanente en Gaza”, escribieron.
“Ninguna paz en Oriente Medio puede surgir del terrorismo, la violencia o la guerra. Será el resultado de la solución de dos Estados”, agregaron.