La Confederación General del Trabajo (CGT) encabezó ayer una multitudinaria manifestación en el centro porteño por el Día del Trabajador y ratificó el paro nacional del próximo 9 de mayo contra el Gobierno de Javier Milei, al afirmar que Argentina “estaba mal y ahora está peor”.
“Tenemos una agenda de reclamos muy claros, que tienen que ver con la situación social, con las decisiones que se fueron tomando a lo largo de estos meses de gobierno, decisiones que tuvieron que ver con un ajuste brutal sobre los sectores más vulnerables”, subrayó el cosecretario general de la central, Héctor Daer. En conferencia de prensa, el dirigente aclaró que la CGT “no negoció ningún proyecto, ni dictamen, ni media sanción” de reforma laboral con la Casa Rosada. “Vamos a seguir adelante con el plan de lucha que venimos desarrollando. En ningún momento estuvo en duda el paro del 9 de mayo”, añadió y enfatizó que “no vamos a resignar ni un ápice de todos los derechos que tenemos conquistados a lo largo de la historia”.
Por su parte, el cotitular Pablo Moyano afirmó que no se reunirá “con ningún gobernador de Juntos por el Cambio” y consideró que “los 33 senadores peronistas van a votar en contra de la Ley Bases”. En ese marco, llamó a “ir a buscar a los que no pertenecen a Unión por la Patria”. “Hoy es un día horrible, triste y amargo. No se dan cuenta el daño que le están haciendo al pueblo argentino a través de lo que se votó ayer. No hay un sólo beneficio en la Ley Bases, es para los empresarios. Y para que en el Senado la apruebe el Gobierno está extorsionando a los gobernadores a través de las obras públicas”, completó Moyano.
Por su parte, la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (FAECyS) se unió a la movilización en una columna encabezada por su secretario general, Armando Cavalieri. “Nos encontramos en un momento crítico donde el estancamiento de la actividad económica pone en riesgo los puestos de trabajo y el bienestar de los trabajadores. Es vital que permanezcamos unidos y firmes en la defensa de nuestros derechos laborales”, aseveró entonces el dirigente, quien enfatizó que “la unidad de los trabajadores es nuestra principal fortaleza ante estas momentos complejos”.
Protesta y represión
Al cerrar la jornada, durante la desconcentración, la Policía Federal Argentina (PFA) reprimió a un grupo de manifestantes de izquierda -la mayoría del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS)- que marchaba por Diagonal Sur, en pleno centro porteño, tras participar de un acto por el Día del Trabajador en Plaza de Mayo, que fue paralelo a la movilización de la CGT.
Cerca de las 15:20, decenas de agentes de las fuerzas de seguridad montaron un cordón para evitar que las personas movilizadas continuasen su trayecto por el pavimento y se limitaran a circular por la vereda, en aplicación del protocolo antipiquetes. “El operativo no tiene ningún sentido”, denunció la legisladora Myriam Bregman. “Estábamos terminando de hacer el acto, hablaba el diputado nacional Hernán Castillo y después desconcentrábamos. Y ellos (la Policía) empezaron a avanzar contra nosotros. Esto fue una decisión política de venir a provocar”, agregó la referente del Frente de Izquierda-Unidad (FIT).