Después de ser desairado por el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmoud Abbas, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, se pronunció en contra de una ofensiva de Israel en la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza, mientras no exista un plan para proteger a los civiles refugiados allí. Blinken y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se reunieron en Jerusalén durante dos horas y media, tras las cuales Israel repitió que la operación de Rafah seguiría adelante a pesar de la postura de Estados Unidos y de una dura advertencia de la ONU de que conduciría a una “tragedia”.
Blinken no pudo reunirse con el presidente palestino Abbas, quien se negó a recibirlo porque “está furioso con él”. Así lo informó una fuente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), citada por el sitio Ynet, según la cual Abbas se quejó de que “cada vez que Blinken visita Ramallah, promete cosas que nunca hace”.
Rechazan la propuesta
Hamás adelantó ayer que su posición sobre la última propuesta israelí es negativa, aunque todavía no ha dado una respuesta definitiva. “La posición sobre el actual documento que se negocia es negativa”, dijo Osama Hamdan, alto representante de la facción palestina en Líbano, en una entrevista a la televisión local.
Hamás, precisó Hamdan, “no quiere decir con esto que las negociaciones se detuvieron. Aunque el grupo no acepta las actuales propuestas israelíes sin modificaciones, estamos dispuestos a seguir negociando”.
Hamdan siguió la misma del jefe de Hamás, Ismail Haniyeh, quien un poco antes había dicho está estudiando con “espíritu positivo” una propuesta de tregua en la guerra en la Franja de Gaza entre el movimiento palestino e Israel, sin dar su conformidad. Hamás espera enviar a El Cairo una delegación “lo antes posible” para retomar las negociaciones para un alto el fuego, según un comunicado.