El ministro del Interior de Irán, Ahmad Vahidi, confirmó hoy que uno de los helicópteros del convoy que transportaba al presidente iraní, Ebrahim Raisi, sufrió un accidente y realizó un aterrizaje forzoso en la provincia noroccidental de Azerbaiyán Oriental.
Un funcionario iraní aseguró que las vidas del presidente Raisi y del ministro de Asuntos Exteriores, Hossein Amirabdollahian, quien viajaba en la nave accidentada, estaban «en riesgo tras el accidente del helicóptero».
En declaraciones a la televisión estatal IRIB, Vahidi mencionó que las condiciones climáticas adversas fueron la razón del incidente del helicóptero. El ministro añadió que diferentes equipos de rescate se dirigían al lugar del incidente pero que la espesa niebla y las condiciones climáticas desfavorables los habían retrasado.
Vahidi indicó que se establecieron algunos contactos con los miembros de la comitiva del presidente pero debido a lo «complicado» de la región se dificultó la comunicación, informó la agencia de noticias Xinhua.
La televisión IRIB informó que el ministro de Relaciones Exteriores, Amir-Abdollahian, y el gobernador de Azerbaiyán Oriental, Malek Rahmati, estaban entre las personas a bordo del helicóptero del presidente.
«Todavía tenemos esperanzas, pero la información procedente del lugar del accidente es muy preocupante», declaró.
La televisión estatal suspendió toda su programación habitual para mostrar las oraciones que se celebraban por Raisi en todo el país y, en una esquina de la pantalla, la cobertura en vivo de los equipos de rescate que buscaban a pie en la zona montañosa en medio de una densa niebla.
El ministro del Interior, Ahmed Vahidi, informó a la televisión estatal que solamente uno de los helicópteros de un grupo de tres había caído con fuerza y que las autoridades aguardaban más detalles.
Raisi había estado en la frontera con Azerbaiyán para inaugurar la represa Qiz-Qalaisi, un proyecto conjunto de ambos países. Incluso la agencia de noticias semioficial Fars, pidió a los iraníes que oren por Raisi tras los informes.
Raisi, de 63 años, fue elegido presidente en el segundo intento en 2021 y, desde que asumió el cargo, ordenó un endurecimiento de las leyes morales. También supervisó una sangrienta represión de las protestas antigubernamentales e impulsó con fuerza las conversaciones nucleares con las potencias mundiales.
En el sistema político dual de Irán, dividido entre el establishment clerical y el gobierno, es el líder supremo, y no el presidente, quien tiene la última palabra sobre todas las políticas importantes.
Pero muchos ven a Raisi como un fuerte contendiente para suceder a su mentor de 85 años, el Líder Supremo Ayatollah Ali Khamenei, quien respaldó firmemente las principales políticas de Raisi.