La crisis política desatada en Misiones por la protesta policial sigue sumando, día a día, nuevos condimentos que hacen temer por la estabilidad del gobernador Hugo Passalacqua, que ya perdió el respaldo del Gobierno nacional, que había sido su más reciente aliado. El conflicto sumó ayer a otros sectores estatales, como los docentes y personal de salud, que también reclaman por incrementos salariales a la gobernación provincial.
La protesta iniciada la semana pasada por los policías terminó por convertirse en un catalizador de reclamos de otros sectores, que también se encuentran asfixiados por el ajuste de sus salarios y el alza de la inflación. Los policías rápidamente concitaron la solidaridad y adhesión de maestros, penitenciarios, empleados públicos, tareferos y productores que salieron a la calle en demanda de soluciones.
De esta manera, al acampe de los policías en el Comando Radioeléctrico, que se mantiene firme en la capital provincial, ayer se sumó un multitudinario corte docente por tiempo indeterminado en el Puente Garupá, uno de los principales accesos terrestres a Posadas, al que rápidamente se sumaron los médicos y enfermeros.
Todos los trabajadores estatales y los efectivos policiales comparten el mismo pedido a las autoridades por un incremento en sus salarios para hacer frente a la inflación de los últimos meses, aunque chocan con la intransigencia del Ejecutivo. La protesta de los docentes se desató ayer luego de que la administración provincial suspendiera de manera unilateral la mesa de diálogo pautada para la jornada con aquellos gremios docentes que no aceptaron el acuerdo paritario ofrecido en las horas previas.
La propuesta oficial promediaba un aumento de entre el 23% y el 50%, muy por debajo del 100% que reclaman los gremios. Los salarios promedio en el rubro orillan los $ 250.000. Idéntico escenario pintaron los gremios de salud, que ayer rechazaron la última oferta del Ejecutivo que fue de un 27% de aumento, contra el 100% que reclaman. De acuerdo a un vocero del sector, un médico en Misiones cobra $ 450.000 por mes y percibe $1.600 por hora de guardia.
La Nación envió personal de Gendarmería, que estuvo presente en los cortes de ruta pero no intentó desalojarlos; mientras la ministra Patricia Bullrich salió a desvincular al gobierno de Javier Milei de la gestión local, pese a que el peronista Passalacqua se convirtió en uno de los nuevos aliados del mandatario libertario. El conflicto tiene en vilo a la provincia y a la ciudadanía, ya que todos los servicios estatales comenzaron a verse afectados por una situación que no deja de agravarse.
Bullrich salió a despegar a la Nación
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, salió a despegar ayer al gobierno nacional del conflicto en Misiones, al responsabilizar a la administración provincial asegurando que “ha puesto impuestos muy altos, aduanas internas, y todo ese dinero no se ve en los salarios públicos”.
“Son provincias que tienen mucho empleo público. Entonces ahogan a la producción, hay mucho empleo público y llega un momento que se hacen inviables”, argumentó Bullrich, quien destacó que “acudimos a dar seguridad a los misioneros. Donde no esté la Policía, vamos a estar nosotros (…). Para recuperar el Comando Radioeléctrico es un tema de ellos”.
“Estamos colaborando con el tema de la seguridad, para que ningún ciudadano se sienta desprotegido, para el resto entendemos que las autoridades locales van a encauzar el conflicto y van a resolverlo”, agregó el vocero Manuel Adorni, ratificando que no enviarán fondos para ayudar a atender las demandas de los trabajadores.