En el primero de los cuatro partidos pendientes de la VNL, que se está jugando en Liubliana, Eslovenia, la Selección Argentina de vóley empezó con el pie izquierdo: fue derrota por 3-0 (25-23, 25-22 y 29-27) frente a los locales. Dentro de dos días, el rival será Turquía y el objetivo será arrimarse a la plaza para los Juegos Olímpicos.
Ese 3-0 final, que hace parecer que no hubo paridad en la cancha, no refleja lo que fue el encuentro. Si se quiere, en un duelo muy parejo, uno estuvo más fino que el otro en los momentos cruciales. Al margen de las fallas en los saques, que permitieron que los locales se escaparan en más de una oportunidad, los dirigidos por Marcelo Méndez tuvieron dificultades para capitalizar los errores del rival.
Por caso, en los últimos puntos del segundo set hubo dos errores consecutivos en el servicio europeo y el combinado albiceleste no olió sangre, algo que motivó a que el DT les soltara un “dejémonos de joder, carajo”.
El mensaje del entrenador caló hondo, si bien se perdió el segundo set, y en el tercero se vio la mejor versión del combinado albiceleste. Sacó una diferencia en el inicio, una cuestión que cambió con respecto a los puntos anteriores -siempre corrió desde atrás-, y la mantuvo hasta el final. Pero, de vuelta, faltó pulso: con el set a merced, la Selección se cayó, Eslovenia remontó y se llevó el partido con un 29-27.
Pese a la amargura de la derrota, este resultado no tuvo un gran impacto en la búsqueda de una plaza olímpica (perdió 8,19 puntos y le saca 42,62 a Serbia, su perseguidor más cercano). Con tres fechas para que se decida el destino de la Selección, lo próximo será el duelo con Turquía, mañana a las 8.
