El reciente brote de coronavirus en Italia muestra la dificultad de poner barreras a una enfermedad que provoca una de las mayores crisis sanitarias mundiales de los últimos años. El Covid-19, como se lo ha denominado científicamente al virus, pertenece a una extensa familia de virus que afectan al ser humano y varias especies de animales. Hasta antes de diciembre cuando comenzó el brote en la ciudad china de Wuhan, había seis cepas conocidas: cuatro producen un resfriado común, el del Sars (surgido en 2002 también en China) y el del Mers (en 2012 en Arabia Saudita).
El patógeno afecta las vías respiratorias y causa síntomas similares a las de una gripe (tos seca y fiebre), aunque puede producir insuficiencias respiratorias, además de dolores musculares y cansancio. Desde que se conocieron los primeros casos, científicos chinos y del resto del mundo comenzaron a investigar esta nueva cepa. Sin embargo, aún no están determinados con exactitud los mecanismos de contagio, pero se sabe que se transmite a partir del contacto con una persona infectada, a no más de un metro, aproximadamente.
La principal medida de prevención es la higiene frecuente de las manos y taparse la boca con el pliegue del codo al toser o estornudar, según explicaron autoridades de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Otra recomendación es extremar la higiene alimentaria y evitar consumir carne cruda. Además, recomendaron no compartir vasos y elementos diarios con personas infectadas y limpiar y desinfectar las superficies que se toquen con frecuencia. Autoridades de la OMS también recomendaron evitar el contacto con animales vivos y y tocar cualquier objeto si se visitan mercados en áreas que recientemente hayan tenido nuevos casos de coronavirus.
Los expertos recordaron que las personas que muestren algún síntoma sospechoso y que, además, hayan viajado a los lugares donde el brote produjo varios casos, soliciten atención médica de manera inmediata. Por el momento, la mejor cura es aislar a los individuos infectados y la mejor prevención es reducir el contacto entre personas en los sitios donde se dé una epidemia. Por ejemplo, cerrando las escuelas o trabajando desde casa, explicaron científicos. Esta medida es la que se está aplicando actualmente en los lugares en los que se han detectado posibles casos.
Aún no existe un tratamiento que permita curar el Covid-19, por ello, los protocolos que se aplican en todo el mundo apuntan a reducir los síntomas y evitar la propagación del patógeno, hasta que desaparezcan los indicios. En los casos graves se realiza soporte hemodinámico y/o respiratorio.
Los entendidos en la materia señalan que la vacuna tardaría unos 20 meses en producirse; no obstante, las vacunas actúan sobre pacientes sanos, generando anticuerpos que atacan el virus. Mientras que los antivirales actúan en pacientes que ya estén infectodos con el virus bloqueando su entrada en las células, inhibiendo su multiplicación e impidiendo que se propaguen estas células en el interior del organismo.
Controles en el aeropuerto de Ezeiza
Ayer fueron revisados en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza unos 800 pasajeros que llegaron al país en dos vuelos procedentes de Italia, donde se registró un brote de Coronavirus. El operativo fue dispuesto por el Ministerio de Salud de la Nación y constó de tomarles la temperatura a los pasajeros. No se detectaron casos sospechosos. Personal de la Dirección Nacional de Sanidad y Fronteras montó un operativo para los dos vuelos que arribaron desde Roma: el AR1141 de Aerolíneas Argentinas, que aterrizó a las 5 de la madrugada del martes con 270 pasajeros a bordo; y el AZ680 de Alitalia, que tocó pista a las 8 de la mañana con 382 pasajeros.
A penas llegaron las naves a su posición en las mangas, personal de Sanidad ingresó a las aeronaves y recogió los formularios que el personal de las aerolíneas le había entregado previamente, junto a un folleto con las recomendaciones para actuar en caso de presentar síntomas compatible con el virus. En la planilla, los pasajeros consignaron los datos personales, lugar de residencia y teléfono. Adicionalmente, autoridades sanitarias entablaron contacto con el comandante del vuelo y la tripulación para conocer si se había detectado algún caso sospechoso o algún pasajero había manifestado algún tipo de inconveniente.
Posteriormente, los pasajeros comenzaron a descender y se realizaron controles aleatorios con un dispositivo que toma la temperatura. Por el momento este tipo de controles están circunscriptos a los pasajeros provenientes de Italia, aunque se adelantó que, ante la propagación del virus a otros países, es probable que se extienda en el corto plazo a todos los vuelos que arriban a Ezeiza.