Sonarse los nudillos, el cuello o la espalda es una práctica común para muchas personas, realizada por diversas razones como relajar las articulaciones, prepararse para actividades físicas o simplemente por hábito. Aunque popular, esta costumbre genera debate sobre sus posibles efectos en la salud.
Según la compañía estadounidense de salud Baptist Health, con sede en Florida, sonarse las articulaciones no implica un mayor riesgo de desarrollar artritis u otros problemas graves.
El sonido que se escucha cuando se tronan las articulaciones proviene de burbujas de nitrógeno en el líquido sinovial, según explicó José Mena, especialista intervencionista de la columna en el Miami Orthopedics & Sports Medicine Institute. Esta explicación está respaldada por estudios de resonancia magnética, como los publicados en la revista científica Plos One, que demostraron que el crujido se produce por la creación de cavidades de gas en el líquido sinovial en menos de 310 milisegundos.
Investigaciones adicionales, incluyendo el estudio a largo plazo de Donald Unger, quien sonó los nudillos de su mano izquierda diariamente durante más de 50 años sin desarrollar artritis, refuerzan la conclusión de que esta práctica no está directamente asociada con la enfermedad. Esto desafía la creencia común de que sonarse los nudillos puede causar problemas articulares a largo plazo.
Sin embargo, aunque la mayoría de los estudios indican que sonarse los nudillos es seguro, hay casos excepcionales que sugieren precauciones.
En 2019, se reportó que una mujer quedó parcialmente paralizada después de un tratamiento quiropráctico en el cuello. Aunque estos incidentes son raros, expertos como Scott Zashin, internista y reumatólogo de Dallas, advierten sobre movimientos bruscos que podrían dañar los tendones que conectan los músculos con los huesos. Además, Harvard Health Publishing apuntó casos ocasionales en los que un crujido excesivamente vigoroso resultó en lesiones.
Es importante destacar que el alivio que produce el crujido de las articulaciones es temporal y normalmente se repite cada 20 minutos, según estudios médicos.
La artritis, que agrupa más de 100 enfermedades y afecciones reumáticas, tiene diversas causas. La más común, la artrosis, es el estrechamiento del espacio articular debido a la pérdida de cartílago, lo que provoca dolor y molestias. También puede estar causada por enfermedades autoinmunes, como la artritis reumatoide, o por la acumulación de cristales, infecciones y otros factores.
Iziegbe Ehiorobo, del Centro Médico Wexner de la Universidad Estatal de Ohio, señala que las cavidades o burbujas de vapor tardan aproximadamente 20 minutos en volver a formarse después de crujir los nudillos, lo que explica la periodicidad del hábito. El especialista también refuerza la idea de que aunque no provoca artritis, tampoco existen beneficios comprobados para las articulaciones.