Los gobernadores Ignacio “Nacho” Torres, de Chubut; Martín Llaryora, de Córdoba; y Gustavo Sáenz, de Salta, salieron a distanciarse ayer del gobierno nacional tras la firma del Pacto de Mayo, al advertir que “no quiere decir que estemos de acuerdo en todo”.
“Yo creo que simbólicamente fue muy importante que hayamos podido plantear la necesidad del consenso en puntos que es muy difícil no coincidir”, planteó Torres, quien consideró que “esperemos después se vea reflejado en resultados tangibles”. “No quiere decir que estemos de acuerdo en todo”, completó el mandatario, mientras su par cordobés aclaró que la firma del pacto “no es un apoyo al Gobierno, es un apoyo para que a la Argentina le vaya bien”.
“Así que lo que esperamos ahora es que comiencen a gestionar”, enfatizó Llaryora, quien aseveró que “me parece que el Gobierno está enfocado en el plan de equilibrio fiscal, de la macroeconomía, de bajar la inflación pero vuelvo a decir lo que dije el primer día: ‘No hay plan económico que en el tiempo se pueda sostener si no empieza el plan productivo”.
“Hoy los gobiernos provinciales, todos, le estamos dando una mano al Gobierno nacional porque claramente a los recortes que el Gobierno nos ha hecho los hemos suplido con recursos propios (…), pero esto es insostenible en el tiempo. Entonces naturalmente va a haber que buscarle una solución”, completó Llaryora.
“Los que estuvimos ahí presentes le hemos dado las herramientas, siempre y cuando, las decisiones que tome el Gobierno no afecte al pueblo de Salta. Si afectan al pueblo de Salta, no encontrarán a ningún gobernador que acompañe ninguna ley”, agregó por su parte Sáenz.