A través de un comunicado, el Banco Central anunció ayer el traspaso de su deuda al Tesoro, con “la eliminación de la emisión endógena generada por los pasivos remunerados”, en lo que consideró “un nuevo paso en el proceso de sanear su balance”, una medida que en los hechos significa el inicio de la “segunda etapa” de gobierno anunciada semanas atrás por el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo.
La medida se tomó en otra jornada movida en los mercados, luego de que el presidente Javier Milei acusara al Banco Macro de una supuesta maniobra “golpista” en perjuicio del Gobierno, para justificar el aumento de la cotización del dólar “blue”, que ayer volvió a establecer un nuevo récord.
El Directorio de la entidad monetaria, que preside Santiago Bausili, dispuso la suspensión de la operatoria de Pases pasivos a partir del 22 de julio. “A través de la Comunicación A 8060, se definieron los aspectos técnicos y operativos de la Letra Fiscal de Liquidez (LeFi), que servirá, a partir de esa fecha, como el principal instrumento de administración de liquidez del sistema bancario”, informó la entidad, que argumentó que “los pasivos remunerados del BCRA son el reflejo de la necesidad de esterilización del excedente de pesos emitidos para solventar el déficit fiscal acumulado durante años. La migración de los pases existentes a deuda del Tesoro Nacional, proceso que comenzó a mediados de mayo con la emisión de Letras a tasa fija por parte del Ministerio de Economía, es el último paso en la eliminación de esta fuente de emisión endógena que afecta adversamente a la programación monetaria”.
Con el lanzamiento de las nuevas letras LeFi, el Gobierno traspasa al Tesoro una importante masa de “pasivos remunerados” del BCRA. El cambio es trascendental porque esa deuda deberá honrarse a partir de ahora con recaudación en lugar de emisión monetaria desde el BCRA, como ocurrió durante la administración de Alberto Fernández. Si bien la medida restringe la posibilidad de que haya inflación a partir de la emisión, sumará mucha presión a las arcas públicas para poder pagar esa deuda, en un contexto donde la recaudación viene cayendo, lo que puede derivar en una profundización del ajuste oficial, por más que los vencimientos se puedan postergar hasta un año.
“Las entidades financieras podrán adquirir diariamente la LeFi y vender total o parcialmente su tenencia al BCRA, garantizando que el mecanismo permita adecuar la liquidez a las necesidades de la economía. Esta nueva Letra tendrá un plazo máximo de 1 año y solo podrá ser negociada entre las entidades financieras y el BCRA”, señaló la comunicación oficial.
Por lo pronto, Caputo insistió ayer en que el país “ya está en etapa de recuperación”, pese a todos los datos recesivos de la economía. “Estamos en etapa de recuperación. Ya empiezan a haber signos de recuperación. Todas las cámaras me dicen que ya ven claros indicios de recuperación”, señaló el ministro.
Fuerte polémica con el Banco Macro
“Dada la fuerte posición que tenemos en las cuentas del Banco Central y nuestra posición de caja en el Banco Nación, pudimos derrotar a ese banco con intenciones golpistas”, denunció el miércoles el presidente Javier Milei en el aniversario de la Bolsa de Comercio, al explicar el aumento del dólar blue.
La referencia era para el Banco Macro, que solicitó la ejecución de los “puts”, un seguro de compra de títulos del Tesoro por parte del Banco Central que incluye la legislación impulsada por el propio gobierno de Milei. Si el banco tiene el bono y nadie lo quiere comprar, el BCRA está obligado a hacerlo a la cotización del cierre de la jornada anterior.
Ante la acusación, el ministro de Economía, Luis Caputo, salió a aclarar ayer que “ellos hicieron la operación por buenas razones, entendieron perfectamente lo que habíamos anunciado y consideraron que ‘la inflación va a colapsar, con lo que acaban de anunciar muere la inflación y nosotros tenemos bonos que ajustan por inflación, salgamos porque la inflación se destruye’”.
Lo cierto es que la cotización del dólar blue encadenó ayer su cuarta suba consecutiva, al avanzar otros $ 15 y cerrar la jornada a $1.435 para la compra y $1.465 para la venta en la city porteña, lo que llevó la brecha con el dólar oficial a casi el 60%. Aún así, Caputo ratificó que no van a devaluar y aseveró que “el tipo de cambio libre va a ir a converger al oficial por un tema de escasez y ese va a ser el momento más indicado para salir del cepo”.