Irán rechazó ayer a través de su misión ante la ONU las acusaciones “maliciosas” sobre su presunta participación en el atentado que sufrió el ex presidente estadounidense Donald Trump el sábado pasado. El martes, la CNN afirmó que el Servicio Secreto de Estados Unidos había intensificado las medidas de seguridad en torno a Trump tras recibir información sobre un complot iraní para asesinarlo.
“Hay objetivos políticos malignos detrás de tales declaraciones”, afirmó este miércoles el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, Nasser Kanani. Irán no tuvo ningún papel en el reciente ataque a Trump durante un mitin en Pennsylvania, añadió Kanani, que subrayó que Teherán “está decidido a procesar al ex presidente por su papel en el asesinato del ex comandante iraní de las Fuerzas Qods, Ghassem Soleimani, en Bagdad en enero de 2020”, pero nunca ha estado ni estará involucrado en ningún ataque armado en su contra”.
Soleimani era el comandante de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria iraní que murió en un ataque de un avión no tripulado estadounidense en Bagdad en enero de 2020. La cadena CNN y otros medios informaron que una “fuente” había informado a las autoridades estadounidenses, hace semanas, de una presunta trama iraní para matar a Trump.
El embajador de Irán ante Naciones Unidas, Amir Saeid Iravani, rechazó las acusaciones contra Teherán calificándolas de “infundadas” y “políticamente motivadas”.
Por otro lado, el representante Ronny Jackson, republicano por Texas, estaba en el avión de Donald Trump el domingo por la tarde, un día después de que el ex presidente sobreviviera a un intento de asesinato, cuando rápidamente volvió a su papel de médico. Jackson, quien fue el médico de Trump en la Casa Blanca durante su presidencia y aprovechó su amistad para lograr una candidatura exitosa al Congreso, reemplazó el vendaje en la oreja del ex presidente en un vuelo a Milwaukee para la Convención Nacional Republicana. “La bala le arrancó un poco la parte superior de la oreja, en un área que, por naturaleza, sangra como loca”, dijo Jackson en una entrevista.
Los demócratas desconfían de Biden
Casi dos tercios de los demócratas dicen que el presidente estadounidense Joe Biden debería retirarse de la carrera presidencial y dejar que su partido nomine a un candidato diferente, según una nueva encuesta.
La nueva encuesta del Centro AP-NORC para la Investigación de Asuntos Públicos, realizada mientras Biden trabaja para salvar su candidatura dos semanas después del fracaso de su debate, también encontró que sólo alrededor de tres de cada 10 demócratas están extremadamente o muy seguros de que tiene la capacidad mental para servir eficazmente como presidente, ligeramente por debajo del 40% en una encuesta de AP-NORC en febrero.
En esa línea, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, admitió ayer la posibilidad de desistir de su candidatura a la reelección por problemas de salud, si un médico se lo recomendaría. “(Lo haría) si un médico me dijera que tengo este u otro problema…”, expresó el mandatario.