Israel intensificó ayer sus ataques aéreos en el sur de Líbano luego de que alertara que el grupo shiíta Hezbollah planificaba un atentado a gran escala en su territorio con cohetes y misiles, tal como informó el ministro de Defensa, Yoav Gallant. Este intercambio marca una importante escalada de tensiones entre Israel y el grupo armado chiita respaldado por Irán, siendo el enfrentamiento más grave desde la guerra que protagonizaron en 2006.
No tardó en llegar la ofensiva de la organización terrorista, que incluyó el lanzamiento de 320 cohetes Katyusha y un “gran número” de drones contra “objetivos bélicos israelíes” en respuesta al asesinato de uno de sus fundadores (Fouad Shukur) ocurrido el mes pasado en Beirut. “Nuestra operación militar terminó hoy y ha cumplido” sus objetivos, indicaron desde el movimiento islamista.
La Fuerza Aérea israelí utilizó unos 100 aviones de combate para neutralizar los explosivos dirigidos al norte y centro de su territorio, Según el portavoz del Ejército, Nadav Shoshani, se produjeron “muy pocos daños”. Y completó: “Seguiremos eliminando amenazas y atacando intensamente a Hezbollah”.
“Quien nos haga daño, nosotros le haremos daño”, aseguró, por su parte, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, una vez que se produjo el alto al fuego, luego de dirigir las operaciones contra Líbano desde la base militar de Kirya, en Tel Aviv, junto con al ministro de Defensa, Yoav Gallant, quien declaró el estado de emergencia militar y se comunicó con su homólogo estadounidense, Lloyd Austin, para informarle de lo ocurrido. Netanyahu advirtió que Israel no ha dicho su “última palabra” con los bombardeos. “Hace tres semanas eliminamos a su comandante en jefe [de Hezbollah] y hoy hemos frustrado su plan de ataque”, insistió en el Consejo de Ministros, informó su oficina.
En paralelo, tres altos dirigentes de consejos regionales del norte de Israel cortaron comunicación con el Gobierno central, tras el ataque al Líbano. Lo acusan de solo intervenir para proteger el centro del país, mientras las comunidades fronterizas sufren desde hace meses un intercambio de fuego diario con Hezbollah. “No hemos interesado al Gobierno en 10 meses y medio. Desde ahora, no nos interesan más a nosotros. No llamen, no vengan, no envíen más mensajes. Nos hemos apañado solos hasta ahora, nos seguiremos apañando, solos”, dice el comunicado conjunto enviado a Benjamín Netanyahu. La misiva está firmada por el líder del consejo regional de Mateh Asher, Moshe Davidovich; el alcalde de Metula, David Azoulay; y el líder del consejo de la Alta Galilea, Giora Zaltz.
En tanto, el grupo islamita Hamás rechazó ayer las nuevas condiciones propuestas por Israel en las conversaciones para un alto el fuego en Gaza, que se están produciendo en El Cairo con la media aseguró que el grupo se mantiene en la propuesta del 2 de julio.