El Gobierno salió a redoblar la ofensiva ayer contra las universidades públicas en vísperas de la marcha nacional en defensa del financiamiento del sector. El secretario de Educación, Carlos Torrendell, cargó contra la marcha al asegurar que “es una protesta antigobierno por varias de sus consignas, que no están ceñida solamente al problema de los salarios”. El funcionario desconoció la realidad al aseverar que “los salarios se están recomponiendo” y destacó que “el Gobierno dijo que está dispuesto a revisar la partida presupuestaria que mandaron para 2025”.
El Ministerio de Capital Humano ensayó una distorsión aún más grosera de los datos sobre los salarios del sector al aseverar que “este conflicto responde más a intereses políticos que a las necesidades del sistema educativo, porque los reclamos están todos atendidos y resueltos”. “Es sorprendente el desconocimiento (de los funcionarios) sobre el sistema universitario”, respondió el rector de la Universidad de Catamarca, Oscar Arellano, quien calificó de “lamentable” que el Gobierno “mienta” sobre el tema.
“Van a vaciar la universidad y después se va a destruir el sistema”, advirtió el vicepresidente del Consejo Interuniversitario (CIN), Oscar Alpa, quien destacó que “han caído tanto los salarios con respecto a la inflación que llega a un 50% o 60%, depende de cómo lo miremos. Esto implica que aquellos no docentes categoría 5, 6 y 7 están con sus ingresos por debajo de la línea de pobreza”.
Lo cierto es que la resolución del conflicto dependerá en gran medida de la envergadura de la protesta de hoy, ya que fuentes oficiales anticiparon que Milei tiene listo el veto a la ley de financiamiento universitario, pero aun no consiguió los votos necesarios en Diputados para sostener ese veto.