Por Agustín Liotta (Especial para HDC)
“Bancame 10 minutos y estoy. Mi hijo se demoró en la escuela y estamos llegando”. En un audio de WhatsApp, Kevin Johansen avisaba que atendería la llamada para la entrevista más tarde de lo pautado. El motivo era válido y hasta enternece, en un contexto en el que los roles de género están en pleno transformación.
El reloj marcaba las 17.40 y cuando Kevin se conectó a Zoom me saludó brindando con un vaso de cerveza. Yo estaba con el termo y el mate. La situación me llamó la atención, pero lo dejé pasar. Más tarde, durante la charla esa foto tomó forma: “Voy a hacer un libro que se llame ‘libro sobre gustos’, para que no digan que sobre gustos no hay nada escrito”. Aunque se refería al talento y la creatividad, la frase sirve para ilustrar el momento.
Kevin Johansen está a punto de llegar a Córdoba para presentar “Quiero mejor”, su nuevo disco. La cita será este jueves 17, en Studio Theater junto a su grupo Feng Shui Project conformado por Marcelo Coca Montes, Panda Elliot, Martín Adler y Lucho Milocco.
Al iniciar la conversación, la pregunta fue obligada:
¿Cómo logras conjugar la profesión, el ser músico, con ser padre, la familia y los afectos?
-Lo tomo con naturalidad, pero supongo que a un médico o a un abogado le pasa lo mismo. Laburas, tenés mil cosas, de repente se complican los horarios, una reunión a último momento, lo que sea. Todos nos arreglamos para estar presentes lo más posible. Pero para mí lo primero es la familia. Cuando hace tres semanas que estoy afuera de casa dando shows, a los 10 días quiero que vengan, no me importa nada. Hago malabares a veces y, a la vez, también hay un lado donde extrañar es lindo.
“No quiero más, quiero mejor
Ya lo dijo el Oscar Wilde
Tengo gustos simples, solo quiero lo mejor
Y no tiene nada que ver
Con el vil metal virtual”.
Esa estrofa de la canción homónima al nuevo trabajo de Kevin sintetiza lo que dijo en la entrevista y si se la relee varias veces, entre líneas está el amor escondido.
¿Hay algo de ese amor por la familia en el disco?
-¡Ellos están presentes! Los hijos cantan en “Soñando”, “Seductor serial” y “Hola need”. También es un disco bastante escapista porque es post pandémico (fue grabado entre 2021 y 2023) y expresa esa necesidad de conectar con quien sea pese a la distancia y el amor a la distancia. Hay algo de la telepatía en eso de que el amor vence todas las distancias. Son ideas muy presentes en “Quiero mejor”. Pero sobre todo te diría que este ‘Quiero mejor’ es la calidad de vida que no tiene precio, en realidad no tiene nada que ver con lo material, y ahí obviamente está muy presente la familia, porque qué mejor que conectar con los tuyos, tus amores más cercanos, encontrar en el hogar ese lugar de conexión absoluta con uno mismo y con los tuyos.
“Porque no hay más tiempo para hacernos mala sangre
En este mundo tan hostil que da calambre
Millones de botellas en el mar con un mensaje
Tratémonos suave y mejor”.
Esta estrofa de la canción también sintetiza algo que Kevin explicó en la entrevista.
Puede parecer un poco obvia la respuesta a esta pregunta, pero igual te la quiero hacer, ¿por qué escribir sobre el amor en estos tiempos tan violentos?
-Lo que pasa es que sería fácil ser ‘dark’ porque es un momento medio ‘dark’ en el mundo. Retrocedimos muchos casilleros en los últimos 10, 15 o 20 años. Yo sigo ilusionado con la humanidad, pero por otro lado también a veces pienso que nosotros somos la plaga. Mi parte optimista todavía cree que podemos aprender de nuestros errores y de la historia. Cuando arrancó la guerra de Rusia con Ucrania, mi hijo, que ahora tiene 9, tenía 7 en ese entonces, me decía que ‘la guerra ya fue, o sea, es cosa del pasado no hay más guerra’. Y yo con mucha tristeza le tuve que explicar que, lamentablemente, sigue habiendo guerras y momentos de mucha oscuridad dentro de la humanidad.
Hablar de guerras implica hablar de diferencias, de lo que nos aleja pero a la vez nos une aunque no todos lo vean. Y Kevin lo sabe muy bien. Habiendo nacido en Alaska, EE.UU., sabe lo que es ser diferente.
“El amor y las diferencias es algo que yo celebro y remarco mucho. Siendo un ‘argen-gringo’ sé lo que es ser un distinto. Y a veces la gente te aprecia o no porque sos diferente, nada más que por eso”. En ese sentido, el cantautor sostiene que “la música es empatía y es ciega porque no ve las etnias, ni los credos, ni el sexo. La música abraza a todos por igual. Creo mucho en eso de celebrar las diferencias, de abrazar al diferente”.
Creatividad y zona de confort
En varias oportunidades, Kevin dijo que hay tres formas de escribir canciones: bien, mal o como Charly (García). Lo que quiere decir el cantante es que Charly escribe muy buenas canciones “porque construir una buena canción lo puede hacer cualquiera”. “Lo mágico de la canción como género, no solo musical sino literario, es que muchos pueden escribir una canción buenísima y después la gente te recuerda por un manojo de tus temas”, dice Johansen.
“Hay que agradecer el milagro de encontrar un público que te siga y que diga ‘che, este tipo está diciendo algo musicalmente y a nivel letra’ y para eso es muy importante la sinceridad. Hay que ser muy sincero artísticamente con lo que te está pasando, sin llegar al sincericidio, porque ese milagro del público hace que tu arte reverbere en los demás”.
Durante toda la charla, Kevin menciona a su madre, anécdotas de sus inicios en la música, experiencias de haber nacido en Estados Unidos y radicarse en Argentina y búsquedas musicales, entre otros temas. Todos son puntos que un músico lleva al estudio o a la hoja en blanco a la hora de escribir canciones nuevas.
En el disco se nota una mezcla de géneros y el aprendizaje de todo un camino. Pero igualmente se escucha en armonía y con un hilo conductor tema tras tema, ¿cómo lograste esa concordancia?
-Yo creo en eso que hablábamos de celebrar las diferencias. Es algo que aprendí entre mis 20 y 30 años, a abrazar las diferencias y la diversidad que hay dentro mío. Cuando llegué a Nueva York con 25 años, todavía estaba buscándome y tuve la suerte de tener un mentor que escuchó un demo mío y le gustó. Me preguntó por qué escribía en inglés y en castellano y le conté mi historia y me dijo ‘vos tenés que empezar a jugar con esa mezcla que sos’. Esa enseñanza me propagó mucha libertad y me incentivó.
“Y la bendita zona de confort
Que no está mal quedarse ahí
Para aprender a decir que no”.
Esa frase del primer tema de “Quiero mejor” es también motivo de pregunta. ¿Por qué un artista, que está en constante búsqueda, requiere de la zona de confort?, ¿qué brinda la comodidad a un músico?, ¿hay que esquivar ese lugar confortable o no?
-El tema de la zona de confort es qué significa para cada uno. Cuando una actriz o un actor dice ‘salí de mi zona de confort para este rol’ lo dice desde el esfuerzo. A mí me da un poco de risa porque por ahí su zona de confort es justamente el esfuerzo, hay gente que le encanta todo el tiempo estar haciendo un esfuerzo mayúsculo, pero hay otra gente que es muy buena haciendo nada. Yo puedo estar haciendo nada durante horas. Me identifico con Joey de ‘Friends’ que dice que lo mejor que hace en la vida es nada. O sea, que esa zona de confort es muy cuestionable, porque en realidad la cabeza no para. Pareciera que estás tranquilo y estás, como dice David Lebon ‘mirando Los Simpsons’ pero David está elucubrando ideas mientras tanto, descubriendo una nueva forma de hacer una nueva canción. Yo creo que mi zona de confort es la creatividad constante.
El paso del tiempo
¿Cómo influyó para este disco el paso del tiempo?, ¿en qué creés que maduraste al sentarte a escribir?
-Creo que maduré muy poco, estoy cada vez más niño, pero sí creo que el querer mejor también es querer mejor en las relaciones, en la sinceridad, en el amor, en saber que hay muchas formas en que el amor se puede manifestar y que hay mucha libertad individual, pero son todas elecciones personales. Si creés en el poliamor o sos pansexual, o lo que fuere, te felicito. Como decía Lennon en una canción ‘whatever gets you through the night is all right’ – ‘lo que te haga pasar la noche está bien’.