Un grupo de Investigadores del Instituto One Health (Estados Unidos) que se encarga de estudiar la conexión entre salud humana, animal y ambiental, contabilizó al menos 142 patógenos de origen animal que causan enfermedades en humanos. Los cerdos, seguidos de vacas, caballos, ovejas y perros son los animales que más virus han transmitido a las personas. En las últimas décadas, se detectó un incremento de brotes de enfermedades de origen animal en humanos (zoonosis), dando lugar a nuevos virus como el último Covid-19. El estudio encabezado por estos expertos sostiene que el aumento se vincula con la invasión humana de la naturaleza. Un punto a aclarar, es que la cifra que ratificaron los científicos podría ser mayor, puesto que el trabajo descarta a microorganismos como bacterias, hongos o protozoos, y deja afuera también, a réptiles, anfibios o aves.
Si bien el 90% de las especies de mamíferos no transmiten ningún virus a humanos o, al menos, no hay datos de ello, según sostuvo el estudio que se publicó en Proceedings of the Royal Society B, un minúsculo porcentaje del total si lo realiza, sobre todo las especies domésticas, que son las responsables de la mitad de las zoonosis víricas. Pueden transmitir una media de 19,3 virus, frente a los 0,23 de media que proceden de animales salvajes. Cerdos y vacas, por ejemplo, alojan 31 virus zoonóticos. En la naturaleza, los órdenes de roedores, murciélagos y primates acumulan el 75,8% de los patógenos de origen vírico. En el caso de los primeros, Rubén Pérez, biólogo de la Universidad de la República (Uruguay), aseguró que los murciélagos tienen un sistema inmune bastante particular que evita que muchos de los virus que los infectan puedan replicarse excesivamente, de hecho no son virus patógenos para ellos aunque suelen estar presentes durante buena parte de su vida”. A esto se podría añadir el carácter gregario de estos animales y su gran movilidad.
De tales datos, los científicos pudieron extraer los factores que alzan el riesgo de una zoonosis. La domesticación es el más relevante por dos hechos que se asocian: los animales domésticos son los que más en contacto están con los humanos. Y además, también son los más abundantes. Además, aquellos animales con un mayor rango geográfico o que han crecido en los arrabales humanos tienden a albergar más zoonosis, como sucede con muchos roedores. También facilita el traspaso del virus, la cercanía genética, de ahí la veintena de zoonosis que proceden de varias especies de primates. Sin embargo, todas esas causas no terminan de explicar por qué en el lapso de 1980 y 2013, se registraron 12.000 brotes de 215 enfermedades contagiosas. De esta manera, los investigadores de One Health y otros, aseguraron que la clave está en la intrusión humana en el entorno natural.
Por otro lado, el estudio señaló una relación entre el grado y el tipo de amenaza que sufre una especie y su riesgo de propagación de sus virus a los humanos. En general, los animales más amenazados de extinción son los que menos riesgo tienen, puesto, que se concentran en áreas geográficas pequeñas y el riesgo de contacto con los humanos y de contagio es menor. Sin embargo, existen otras amenazas vinculadas a la explotación, como la caza, el tráfico de especies y el deterioro del hábitat que elevarían el riesgo de zoonosis desde las especies que lo sufren.