El 24 y el 25 de abril, Córdoba celebró dos acontecimientos educativos de gran relevancia: los primeros treinta años de las Universidades Siglo 21 y Nacional de Villa María.
El jueves 24, la Universidad Siglo 21 reunió a más de seis mil personas en su campus para festejar su aniversario. Estudiantes, autoridades y figuras invitadas compartieron un evento institucional, cultural y artístico de enorme magnitud. La alegría y la satisfacción por lo logrado eran palpables.
Esta casa de estudios fue creada por el decreto 90/1995 del Poder Ejecutivo Nacional, destacándose su objetivo de «realizar el bien público a través de la investigación científica, la enseñanza superior y especialidades técnicas», impulsada por la Fundación de Empresas para la Excelencia de Córdoba. Su novedosa oferta se vinculaba directamente con demandas de este sector.
Su fundador y primer rector, el Lic. Juan Carlos Rabat, provenía de emprendimientos educativos privados como la A.E.S. y el I.E.S, amén de su rol en la Fundación de Empresas. Hoy, la institución cuenta con más de 90.000 estudiantes en todo el país, 110 carreras de grado, 20 de posgrado, 320 centros de apoyo y más de 100.000 egresados. Bajo el lema “Formando líderes”, sostiene presencia en las 24 jurisdicciones de la República.
La perla del Departamento San Martín
El viernes 25 fue el turno de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM), creada por la ley 24.894 del 5 de abril de 1995. El proyecto fue impulsado por el entonces concejal Eduardo Accastello, con apoyo transversal de actores políticos locales, provinciales y nacionales. Accastello recuerda haber realizado más de cincuenta viajes en colectivo a Buenos Aires durante dos años, interactuando con distintos actores que le propusieron el siguiente desafío: ¿los villamarienses quieren un proyecto, o una universidad?
Designado en septiembre de 1995, su primer rector, el Cr. Carlos Domínguez, trabajó para integrar la Universidad en la comunidad, articulando con instituciones locales. Las actividades académicas comenzaron en 1997, año en que también se adquirió el predio para su campus, hoy plenamente consolidado como parte de la ciudad.
La UNVM fue un factor central en la transformación demográfica de Villa María (de 61.000 habitantes en 1991 a más de 120.000 en su área metropolitana en 2022). Bajo la gestión actual del Ab. Luis Negretti y la Mgter. Elisabeth Theiler, cuenta con más de 12.000 estudiantes, 8.000 egresados (86% primera generación universitaria), y centros permanentes en Villa del Rosario, San Francisco y Córdoba capital, con 59 carreras.Entre sus innovaciones destacan sus programas bien orientados a las problemáticas regionales, la obligatoriedad de la educación física en la currícula y su editorial, premiada con un Konex, referente en el ámbito universitario latinoamericano.
La conmemoración del aniversario, bajo el lema “vidas que cambian, comunidades que se transforman”, se desarrolló en un acto sobrio, emotivo y multitudinario (más de tres mil personas), con la presencia de personalidades del mundo académico y político regionales, provinciales y nacionales.
Dos universidades, un sistema, un gestor
Ambas universidades surgieron poco antes de la sanción de la Ley de Educación Superior 24.521 (sancionada en julio de 1995). Hasta 1983, Argentina contaba con unas veinte universidades públicas; a 1994, habían sumado siete más. En 1995, junto a Villa María, se crearon las universidades nacionales de Lanús y Tres de Febrero, en el conurbano bonaerense.
En el ámbito privado, existían alrededor de treinta universidades, a las que se sumaron cuatro nuevas en 1995: Siglo 21, Abierta Interamericana (CABA), Atlántida Argentina (Mar de Ajó) y Flores (CABA).
Ese año fue también electoral, consagrando la reelección del presidente Carlos Menem tras la reforma constitucional de 1994.
Menem venía impulsando cambios en la educación superior desde su primer mandato. En 1992, creó la Subsecretaría de Universidades (Decreto 794/1992) dentro del Ministerio de Educación, colocando a técnicos de trayectoria en su conducción.
Así arribó al palacio Pizzurno, como subsecretario, el abogado y profesor Eduardo Roque «Yoyo» Mundet, exvicedecano de la Facultad de Derecho de la UNC, con la misión de articular entre el Estado y el sistema universitario y trabajar en la elaboración de una nueva Ley de Educación Superior. En ese proceso, Mundet acompañó muy cercanamente los procesos de creación de las universidades Siglo 21 y Nacional de Villa María (colaborando especialmente con su organización).
Tras la sanción de la ley 24.521, todavía vigente, se consolidó (sólo interrumpida por la actual gestión presidencial) una Secretaría de Políticas Universitarias a cargo de cuadros provenientes del sistema universitario. En la gestión Menem, fueron secretarios Juan Carlos del Bello y Eduardo Sánchez Martínez. Mundet continuó ejerciendo como subsecretario (de Coordinación Universitariaentre 1996-1999 y de Desarrollo de la Educación Superior en 1999). A su regreso a Córdoba, mantuvo vínculos académicos y de asesoramiento con diversas universidades del medio. Fue Rector de la Universidad Siglo 21 y Ministro de Educación de la Provincia (2006-2007), participando activamente de la creación y primeros pasos de la Universidad Provincial de Córdoba (creada por ley 9.357, abril de 2007). Falleció el 16 de diciembre de 2011, a los 72 años.
El trigésimo aniversario de la Universidad Siglo 21 y de la Universidad Nacional de Villa María no solo invita a celebrar ambos logros, sino también a reflexionar sobre el camino recorrido en la construcción de un sistema universitario argentino más diverso, accesible y federal.
Ambas casas de estudios nacieron en un contexto de profundas transformaciones políticas, económicas y educativas, pudiendo capitalizar el impulso inicial para crecer, adaptarse y transformar realidades locales.
Si uno se detiene en los discursos pronunciados por el presidente de “la Siglo” y del rector de “la Uni” como se las conoce popularmente, pareciera que se trata de modelos antagónicos. Pero integran un mismo sistema. Prueba de ello es la obra de quienes, como “Yoyo” Mundet, trabajaron para hacer posibles ambos proyectos, entendiendo la visión de los pioneros, se trate de emprendedores de grandes urbes o de vecinos y jóvenes políticos del interior profundo.
Detrás de toda institución hay un compromiso y un desafío: que la vida de la entidad, trascienda a la de quienes la parieron. Córdoba y la Argentina son un poco mejores gracias a estos sueños geniales que, hace treinta años, se presentaban como utopías, y hoy lograron incidir en la vida de miles de personas. Justo es recordar a los muchos que, en diversas posiciones, lo hicieron posible.
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