Las hornacinas son un hueco o nicho, típicamente con forma de arco, que se practica en un muro para albergar estatuas, objetos decorativos o artísticos. No se trata de un elemento arquitectónico reciente, se utilizó a lo largo del tiempo en diversas culturas y etapas de la arquitectura.
Aunque durante mucho tiempo estuvieron relegadas y olvidadas, en los últimos años recuperaron su importancia de la mano del interiorismo. Con un rol diferente, hoy cobran nuevo protagonismo, convirtiéndose en un recurso valioso que se adapta a todos los ambientes del hogar.
A diferencia de otras épocas, si se las ubica en lugares estratégicos como el living, el pasillo, incluso en el baño, las hornacinas son mucho más que simples nichos decorativos; son ventanas hacia la imaginación y la expresión personal.

Ventajas
Sobresalen porque representan una gran solución para proteger, exponer, ocultar, camuflar y ordenar, sin agregar muebles. Además, pueden crear nuevas perspectivas visuales para destacar, o no, un rincón dentro del espacio.
Más allá de eso, se destacan porque:
• Ofrecen una forma discreta de exhibir objetos y elementos decorativos, artesanías, obras de arte sin abrumar visualmente un espacio.
• Sirven como soluciones prácticas de guardado ocupar espacio adicional. Una opción simple para departamentos pequeños donde cada centímetro cuenta.
• Son fáciles de personalizar.
• Permiten destacar iluminación o detalles arquitectónico. Agrega profundidad y dimensión a un espacio.
• En mayores dimensiones pueden integrar pantallas de TV o altavoces, de forma sutil y estética, ocultando los cables y equipos de manera efectiva.
• Se adaptan a cualquier estilo y diseño.

¿Qué tipo de hornacinas existen?
Básicamente y de manera general, se pueden clasificar de acuerdo a:
• Sus dimensiones: admiten trazados rectangulares, circulares, cuadrados, irregulares, y hasta arqueados.
• Su funcionalidad: en este grupo se incluyen nichos de almacenamiento para baños, como cabeceras, integrativas, simbólicas o técnicas (para esconder fusibles, tableros eléctricos, u otros detalles similares).
¿Cómo incorporarlas?
Cuando de casas nuevas se trata, las hornacinas deberán ser proyectadas desde el día 0, dado que es fundamental considerar que están dentro de los muros. Ahora bien, si se quiere sumarlas a edificaciones existentes, deberán estudiarse las paredes, para definir la viabilidad de “empotrarlas” y ganarle la profundidad al muro. En estos casos, el grosor y la consistencia son fundamentales.

Vale resaltar que una hornacina necesita entre 15 cm y 20 cm de profundidad, dependiendo de la función que vaya a tener. Por lo tanto, se requerirá de una pared de entre 30 cm y 40 cm de grosor.
Para quienes no pueden o quieren intervenir las paredes ya construidas, se pueden crear falsos muros de madera, y así recuperar el espacio entre el entarimado existente y la nueva pared.
Diseño y detalles
Una vez elegida la pared se define la hornacina. Tamaño y diseño. Puede tener arco como no, pueden ser incluso más de una, si se pretende, por ejemplo, simular una biblioteca con espacio para adornos, tv y libros.
Al momento de dar valor a la hornacina, la madera es clave. En general estos huecos tienden a ser fríos, porque suelen capitalizarse las materialidades habituales de los muros (como ladrillos, cemento, placas de fibrocemento, u otro similar). Entonces revestirlos con madera o simplemente agregar estantes de espesores robustos, suman y mucho.
“La madera casi todo lo puede. Su capacidad innegable de adaptarse a todas las necesidades y su inigualable
calidez, la convierten en el material que nunca pasa de moda. Las hornacinas necesitan de la madera, porque claramente le aportan esa distinción que solo ella puede lograr, incluso sumando funcionalidad y bienestar. Su protección es crucial para no perder los metros ganados”, destaca la arquitecta Viviana Insaurralde, especialista en Marketing de la marca Cetol.
¿Dónde proyectarlas?
Identificada la pared, el diseño y dimensiones, se procede a realizar el trabajo de recorte y formateo del hueco en el muro. Después se puede pintar, colocar papel pintado o incluso añadir un revestimiento de azulejos o incorporar la madera. Para darles aún mayor protagonismo, lo suyo es introducir puntos de luz led en el interior. Más allá de ese proceso, es importante saber cuál es su importancia en cada sector de la vivienda.

En la cocina: Un sitio que necesita organización y orden. Por eso, las hornacinas crean un lugar de almacenamiento extra para guardar utensilios, pequeños electrodomésticos, especias y frascos. Si además es grande, se pueden fijar estantes o separadores en su interior para generar un rincón bien distribuido y visualmente ordenado.
En baños: Son los ambientes en los que habitualmente se suman las hornacinas, dado que resultan cruciales para depositar artículos de cuidado personal en el sector húmedo o de ducha, sin tener que recurrir a elementos extras que no contribuyan desde lo funcional y estético. Son apropiadas si no se quiere recurrir a armarios tradicionales y, además, es muy fácil disimularlas: basta con revestirlas del mismo material que el resto del ambiente.
El living: Es, sin duda, uno de lo ambientes más versátiles a la hora de experimentar y jugar con nuevas formas y elementos. En el dormitorio. Puede ser una solución creativa y útil para obtener más espacio de guardado. Si se coloca encima o al lado de la cama puede sustituir a la mesa de noche.