Dolor en Independiente por la muerte de Miguel Ángel López, pieza clave como jugador en el equipo campeón de Copa Libertadores en cuatro ediciones consecutivas y el entrenador en la recordada Supercopa Sudamericana 1995 que logró la consagración ante Flamengo en el Maracaná.
El «Zurdo» falleció a sus 83 años en Barranquilla, ciudad donde residía desde hace tiempo al ser un ídolo de Junior, escuadra que dirigió en seis oportunidades y con la cual logró consagrarse en 2004.
Su carrera como jugador es sinónimo de la época más gloriosa de la historia de Independiente, club al que llegó en 1971 tras vestir las camisetas de Unión Central de Villa María, Universitario de Córdoba, Sarmiento de Junín, Estudiantes de La Plata, Ferro y River. El mismo año de su arribo se consagró en el Torneo Metropolitano y fue vital en la obtención de la Copa Libertadores 1972, 1973, 1974 y 1975. Sumado a ello también obtuvo la Copa Intercontinental 1973, dos Copas Interamericanas (1973 y 1974). Un periplo de cinco años donde conquistó cinco títulos.
Dejó el club en 1976 y ese mismo año colgó los botines tras gritar campeón en Atlético Nacional, institución donde inició su carrera como DT primero en sus divisiones inferiores. Regresó en 1979 a Argentina y asumió en Argentinos Juniors, donde dirigió a Diego Maradona y fue subcampeón del Metropolitano por detrás de River.
Si bien dirigió a Independiente en 1980, donde logró el Torneo Villa de Madrid, su paso más recordado se dio en su segundo ciclo quince años más tarde, al ser el entrenador que logró la Supercopa Sudamericana 1995 en una recordada definición ante Flamengo en el Maracaná.