La volatilidad en tasas de interés impacta sobre el consumo de bienes durables y el financiamiento pyme, dos ejes clave de la actividad económica. Diversos referentes empresariales señalan que las subas encarecen el crédito y reducen márgenes y facturación, especialmente en la venta de electrodomésticos, que sostiene el avance del consumo agregado. “El mercado está muy parado desde antes, y lo de las tasas no ayuda. Lo que se termina sacrificando es el margen”, admiten desde una de las principales cadenas del sector.
El financiamiento para pymes mediante avales de Sociedades de Garantía Recíproca (SGR) también se ve afectado. Pablo Sanucci, CEO de Finvoi, explicó que “ante la volatilidad de tasa, los avales para préstamos han disminuido significativamente, porque las empresas no quieren tomar préstamos a mediano plazo a estas tasas”. Adelantos en cuenta corriente alcanzaron picos de 93%, con Cheques de Pago Diferido avalados que superan el 47%, frente a un 39% promedio en julio.
Agostina Monti Salías, especialista en desarrollo productivo, indicó que “una de cada tres pymes se financia vía avales de las SGR”, y advirtió que la falta de financiamiento razonable en un contexto recesivo presiona sobre su capacidad de pago. Moody’s remarcó que la volatilidad podría incrementar el costo del crédito y afectar el flujo de caja de las MiPyMEs.
El ministro de Economía, Luis Caputo, señaló que la dinámica de tasas es temporal, vinculada al “alto riesgo político que asigna el mercado”, y que tras las elecciones las tasas podrían recomponerse, aliviando el impacto sobre la actividad económica.
La economía sufrió en julio la segunda caída mensual más fuerte