En medio del dolor, los familiares y amigos de Lara Morena Gutiérrez (15), Brenda del Castillo y Morena Verdi (ambas de 20) despidieron ayer a las jóvenes asesinadas en el triple crimen de Florencio Varela, un caso que sigue siendo investigado por la Justicia bajo la hipótesis de un ajuste de cuentas.
Los velatorios se realizaron en dos ceremonias separadas en distintas zonas de La Matanza, marcadas tanto por la emoción colectiva como por los reclamos de justicia y las tensiones familiares.
Por un lado, las familias de Brenda y Morena, primas entre sí, optaron por una despedida unificada en San Justo, donde se congregó una gran cantidad de allegados.
Uno de los momentos más impactantes se produjo cuando la madre de Brenda se acercó a los presentes con el bebé de un año de la víctima en brazos, y ambos fueron contenidos entre llantos y abrazos.
En paralelo, el velorio de Lara se realizó por separado. Allí, Karen, su tía, compartió con la prensa algunos recuerdos íntimos de su sobrina.
“Le gustaban las rosas… Yo te voy a hablar de una Lara chiquita, no de este 2025. Era chiquita, y se fue yendo chiquita”, dijo entre lágrimas, en diálogo con Crónica.
Karen también expresó su indignación por los comentarios maliciosos que circularon en redes sociales tras el crimen, los cuales -dijo- generan una carga emocional adicional para los seres queridos.
“No hablen mal. Ya es suficiente con todo lo que pasó. ¿Cómo puede ser que la gente hable con tanta maldad? Es horrible cruzarse con todas esas cosas”, reclamó.
Si bien los tres velatorios compartieron el mismo dolor, el contexto fue de alta tensión.
Los allegados de Brenda y Morena apuntan contra Agostina, una de las hermanas de Lara, a quien acusan de haber arrastrado a las jóvenes a un conflicto vinculado al narcotráfico, versión que aún es materia de investigación judicial.
La causa sigue bajo la hipótesis de un ajuste de cuentas vinculado a un clan narco peruano y hay cuatro detenidos.
Pese al clima de división, la madre de Brenda fue contundente al recordar el núcleo de la tragedia:
“Las tres chicas son víctimas. Todos los demás, no”.