La crisis en Sudán se agrava y se extiende hacia nuevas regiones del país, luego de que los paramilitares de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) tomaran el control de Darfur y ampliaran sus operaciones al vecino estado de Kordofán del Norte, desde donde más de 36.000 civiles han huido en la última semana, según informó este lunes la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Los combates se intensificaron en pueblos y aldeas de Kordofán del Norte, tras la caída del último bastión del Ejército en Al Fasher (Darfur) a manos de las FAR, grupo que combate al Ejército regular sudanés.
Testimonios recogidos por la agencia AFP y citados por DW reportaron que ciudades enteras se han convertido en objetivos militares, en medio de ataques aéreos y enfrentamientos en zonas pobladas.
Actualmente, el Ejército y las FAR disputan el control de El Obeid, capital de Kordofán del Norte y un punto estratégico de comunicaciones y logística, que había sido recuperada por las fuerzas regulares en febrero.
“Hoy unimos todas nuestras fuerzas en el frente de Bara”, declaró un miembro de las FAR en un video difundido el domingo por la noche, en referencia a una localidad situada al norte de El Obeid.
La región de Kordofán, dividida administrativamente en Norte, Sur y Oeste, “probablemente será el próximo escenario de las operaciones militares de ambos bandos”, advirtió la semana pasada Martha Pobee, secretaria general adjunta de la ONU para África.
La funcionaria denunció además las “graves atrocidades” y “represalias por motivos étnicos” cometidas por las FAR en Bara, comparándolas con la violencia registrada en Darfur, donde ese grupo ha sido acusado de masacres, violencia sexual y secuestros contra comunidades no árabes.
La Corte Penal Internacional (CPI) advirtió que estos actos podrían constituir crímenes de guerra y de lesa humanidad conforme al Estatuto de Roma, si se confirman las denuncias de ataques sistemáticos contra civiles.
Desde abril de 2023, Sudán vive una guerra por el poder entre el general Abdel Fatah al Burhan, comandante del Ejército regular y líder de facto del país tras el golpe de 2021, y el general Mohamed Hamdan Daglo (“Hemedti”), jefe de las Fuerzas de Apoyo Rápido, cuyos enfrentamientos han dejado miles de muertos y millones de desplazados.
			
			




							



