Los balances siempre son injustos. En pocas líneas, la actividad en sí presiona a pensar en frío los puntos altos y bajos de un año deportivo que como es habitual, siempre está cargado de eventos. Puntualmente, es imperioso comenzar el análisis en el fútbol, la disciplina más popular del país y que por supuesto se vive con extremada pasión en todo el territorio provincial.
En la rama masculina, el año de Talleres fue una montaña rusa emocional que fue de la gloria al sufrimiento. Para la posteridad quedará grabado el 5 de marzo, aquella noche en Paraguay, cuando el Matador venció a River por penales y levantó la Supercopa Internacional. No fue un título más; significó sacarse una espina de 26 años y bordar la primera estrella en un certamen organizado por AFA.
Lo que comenzó color de rosas para los seguidores del Matador, fue perdiendo su encanto a lo largo del año. Las cosas adoptaron un color gris oscuro y la “T” terminó peleando en la parte baja de la Tabla Anual de la Liga Profesional. Finalmente, el suspiro de alivio se hizo gigante y tras una levantada final exitosa, los dirigidos por Carlos Tévez se salvaron del descenso, en el que bajaron Godoy Cruz y San Martín de San Juan.
La contracara fue la alegría del ascenso: Gimnasia de Mendoza y, fundamentalmente, Estudiantes de Río Cuarto lograron el salto a la élite. De esta manera, Córdoba saca pecho y se planta como la gran plaza del interior con cuatro representantes en Primera División (Talleres, Belgrano, Instituto y Estudiantes) para la próxima temporada.
Pero si hay algo para destacar del 2025 es el crecimiento profesional del fútbol femenino. Córdoba completó una temporada con dos representantes en la Primera División (Belgrano y Talleres). Sin embargo, todos los flashes fueron para Las Piratas. Diciembre fue el mes de las consagraciones para las dirigidas por Mariana “Pomu” Sánchez. En primer lugar, el Celeste conquistó su primera estrella al derrotar 2-0 a Racing en un “Gigante” colmado.
Ya campeonas del Segundo Torneo de Primera División, la “B” viajó a San Francisco para medirse ante Newell’s, ganador en el primer semestre. El Trofeo de Campeonas contra la Lepra definía al gran campeón del año y además otorgaba el boleto a la Copa Libertadores Femenina 2026.
Los 90 minutos fueron ásperos, aguerridos, de mucho despliegue e imprecisiones. Con el marcador igualado sin goles, la definición se trasladó a los penales. Allí, la arquera Agustina Sánchez se hizo gigante y paró dos remates para darle la segunda estrella al Pirata y abrochar la clasificación de lo que será la primera Copa Libertadores de un club cordobés.
Más allá de la redonda, el polideportivo regaló postales inolvidables. El 16 de agosto, el Mario Alberto Kempes fue testigo del regreso de Los Pumas para enfrentar a los All Blacks. Aunque el resultado favoreció a los oceánicos, las tribunas jugaron su propio partido: más de 50.000 personas marcaron un nuevo récord sudamericano de asistencia para el rugby.
No obstante, los flashes, los ojos y los despertadores del fin de semana se recostaron en la figura de Franco Colapinto. El argentino retornó a la Fórmula 1 en reemplazo de Jack Doohan. El piloto pilarense disputó 17 carreras del campeonato mundial a bordo del Alpine. Si bien no logró sumar puntos en 2025, demostró estar a la altura y convenció a la escudería francesa de prolongar su contrato, garantizando presencia argentina en la F1 en 2026.









