Momentos de tensión se vivieron ayer en dos pabellones de la Cárcel de Bouwer cuando un grupo de internos provocó incidentes para reclamar medidas sanitarias ante la pandemia de coronavirus y distintas cuestiones relacionadas a la demora de resoluciones judiciales pendientes.
Los episodios, que obligaron a las autoridades a mantenerse en alerta roja, se dieron en horas de la mañana y la tarde, registrándose quema de colchones y algunos choques entre internos y guardias del complejo carcelario. En particular, los problemas surgieron en los pabellones D2 y D3 del módulo MD1.
El comunicado oficial del Servicio Penitenciario de la Provincia (SPC), señala que un grupo de internos allí alojado se manifestó de manera violenta ante las autoridades de este complejo, solicitando obtener libertades anticipadas, resoluciones de causas atrasadas y prisiones domiciliarias que se contextualizan en la situación de pandemia que está atravesando la sociedad en su conjunto”. Tras la disuasión” de los hechos, el caso quedó en manos del fiscal Rubén Caro.
La situación vivida ayer tiene como antecedente lo ocurrido el domingo y el lunes en la Unidad de Contención del Aprehendido (UCA) de barrio Cáceres, donde unos 100 detenidos realizaron una huelga de hambre para reclamar mejores condiciones de alojamiento. Además, el domingo, otro grupo intentó fugarse y fue contenido.
Además, en el Complejo Esperanza, donde se aloja a los menores en conflicto con con la ley, se confirmaron dos casos positivos. En principio, los afectados aislados y según trascendió, ambos llegaron desde la UCA, donde se habrían contagiado.
En este marco, el SPC limitó el ingreso de abogados a ciertos sectores de la UCA y a la Cárcel de Bouwer en virtud de la existencia de internos contagiados. No han informado la cantidad de casos en ninguno de los dos lugares”, aseveró el abogado Nicolás Díaz.