Unos 130 países, encabezados por los 38 miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), acordaron ayer impulsar una reforma de la fiscalidad de las multinacionales que incluye un impuesto mínimo de al menos el 15%” sobre los beneficios de las mayores empresas del mundo, en línea con la propuesta impulsada por el presidente estadounidense Joe Biden, con el respaldo del G7 (Grupo de los Siete países más ricos del mundo).
Este paquete de medidas históricas garantizará que las grandes empresas multinacionales paguen su parte justa de impuestos en todo el mundo”, declaró el secretario general de la OCDE, Mathias Cormann. Según precisaron, con una tasa de al menos 15%, el impuesto mínimo mundial generaría unos US$ 150.000 millones de ingresos fiscales adicionales al año en todo el mundo.
A comienzos de semana, el ministro de Economía, Martín Guzmán, había instado a que los países en desarrollo avanzaran en la propuesta sobre el impuesto mínimo global para las empresas transnacionales, pero aclaró que a su juicio debería ser de entre 21% y 25% para reducir las asimetrías con las potencias internacionales.
Las multinacionales ya no podrán enfrentar a un país contra otro en un esfuerzo por reducir los impuestos y proteger sus beneficios a expensas de los ingresos públicos”, reaccionó Biden en un comunicado. Por su parte, el ministro de Finanzas alemán, Olaf Scholz, lo calificó de paso colosal hacia una mayor justicia fiscal”; su homólogo francés, Bruno Le Maire, habló del acuerdo fiscal internacional más importante alcanzado en un siglo”.
Por último, el ministro de Finanzas del Reino Unido -quien preside el club del G7 actualmente-, Rishi Sunak, consideró que el hecho de que 130 países en todo el mundo, incluidos todos los del G20, se hayan adherido, representa un paso adelante en nuestra misión de reformar la fiscalidad mundial”.