La pandemia de coronavirus generó grandes posibilidades para la industria turística fuera de los grandes centros urbanos y así las provincias se convirtieron en una nueva ventana de oportunidad que llegó para quedarse, aseguran en el sector.
Con la pandemia los centros urbanos colapsaron y de la mano de las ‘escapadas’ en las sucesivas aperturas y la imposibilidad de viajar al exterior, muchos argentinos redescubrieron su propio país”, afirmó Diego Coll Benegas, consultor en hospitalidad y management hotelero.
De acuerdo a la Encuesta de Turismo Internacional (ETI) del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), en 2020 el turismo receptivo cayó 77,3%, mientras que el emisivo perdió 77,1%.
Por su parte, los investigadores del Centro de Estudios de la Economía Social de la Universidad Nacional de Tres de Febrero Rodrigo Fernández Miranda y Verónica Dziencielsky consideraron que el futuro del turismo argentino está abierto; hay opciones de transformación en un sentido más equitativo, abierto a necesidades de amplias mayorías.
Para Fernández Miranda y Dziencielsky, la crisis global generada por la pandemia de Covid-19 abre nuevos flancos para la reflexión sobre la sociedad y la economía en general, y sobre la actividad turística en particular”.
Según Coll Benegas, las últimas dos décadas fueron muy importantes para el crecimiento y mejora de los destinos de nuestro país, que hoy son clave dados los cambios de preferencia de quienes viven en los grandes centros urbanos”.
Aunque más adelante vuelvan los viajes al exterior, miles y miles de argentinos habrán conocido y reconocido infinitos destinos, muchos de ellos, casi a la vuelta de la esquina; eso no tiene marcha atrás”, aseguró el especialista.
En ese sentido, la Came señaló que hubo más excursionistas que lo habitual, a lugares cercanos; y también cobró fuerza el turismo rural, que registra un balance positivo empujado por el distanciamiento social.
El viajante pudo hacer periplos de cercanía, en grupos reducidos a lugares con naturaleza, y disfrutar de playas, caminatas, kayak, pesca deportiva sin amontonamiento de gente, indicó la entidad.
De aquí en más la Argentina toda y no precisamente sus grandes ciudades está destinada a crecer y potenciarse fruto del mercado interno y, en un futuro no tan lejano, del extranjero”, consideró Coll Benegas.
Corredores en distintas provincias, con circuitos específicos como la Ruta del vino, del olivo, circuitos de pesca con mosca de dorado en la Mesopotamia, de trucha en la Patagonia, circuitos de golf o caza en Córdoba, y así en todo el país, detalló.
Si bien muchos de estos circuitos ya estaban consolidados para el mercado externo, hoy viraron hacia el interno, afianzando la industria turística y sobre todo, la hotelera, que se está reinventando para este segmento generando oportunidades de negocio”, señaló.
Para Coll Benegas, el flujo de inversión hacia destinos que permitan el contacto con la naturaleza son jugadas seguras”, sumado a un muy bajo costo de construcción en dólares, auguran una reconversión y aumento de camas muy importante.