Los talibán anunciaron ayer una amnistía general en Afganistán y prometieron respetar los derechos de las mujeres pero según las reglas islámicas”, en un intento por convencer a la población de que han cambiado luego de la movilización de verdaderas multitudes para intentar abandonar el país.
Tras conquistar casi todo Afganistán en una ofensiva relámpago, los talibán buscaron mostrarse más moderados que cuando gobernaron el país e impusieron un régimen brutal, entre 1996 y 2001: en su primera conferencia de prensa desde que retomaron el poder, el vocero del movimiento, Zabihullah Mujahid, prometió que el nuevo Gobierno respetará los derechos de las mujeres, aunque dentro de las normas de la ley islámica”.
Vamos a permitir que (las mujeres) trabajen y estudien dentro del marco de la ley islámica”, declaró el portavoz del movimiento, un límite que también marcó para los medios de comunicación.
Nuestras mujeres son musulmanas y también estarán contentas de vivir bajo la Sharía”, añadió el vocero, quien ante una pregunta de la prensa precisó que, por ejemplo, las mujeres podrán trabajar en la sanidad y otros sectores donde se las necesite”.
Después de 20 años de lucha, hemos emancipado nuestro país y expulsado a los invasores de nuevo; es un momento de orgullo no sólo para un grupo, sino para toda la nación, a la que felicitamos por ello”, aseguró Muhajid, quien reiteró que el Emirato Islámico de Afganistán -nombre con el que rebautizaron al país durante su anterior dictadura-, no va a vengarse de nadie” ni convertirse en un campo de batalla para nadie”. Es más, estas directrices son las instrucciones del emir al muminin”, o líder de los creyentes, como se refieren al jeque Haibatullah Akhundzada, su máximo dirigente desde 2016.
Las embajadas son de una importancia crucial para nosotros. Queremos garantizarles su completa seguridad. También a las organizaciones internacionales y las agencias humanitarias”, agregó y sobre la libertad de prensa aseguró que se respetará” toda opinión crítica al Gobierno siempre que estén dentro del marco de la ley islámica”. Poco antes de su intervención, había aterrizado en la ciudad meridional de Kandahar el líder político talibán, Abdul Ghani Baradar, quien se perfila como próximo presidente del país tomado.
Sin embargo, todos desconfían de la palabra talibán y la incertidumbre reina en el país. De hecho, al conocer el mensaje, el vicepresidente Amrullah Saleh se proclamó el presidente legítimo en funciones” de Afganistán desde la clandestinidad y llamó a la población a resistir”, en una proclama sin dudas destinada al fracaso.
Escepticismo de la ONU
El vocero del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, se mostró cauto ante la promesa talibán de respetar los derechos de las mujeres. Tales promesas deben ser honradas, y, por ahora -de manera comprensible, dada la historia-, estas declaraciones han sido recibidas con escepticismo”, dijo Rupert Colville, quien enfatizó que deben defenderse los derechos de todos los afganos”.
Un vocero de los talibán, precisó que el uso del burka (velo integral) no será obligatorio para las mujeres, ya que existen diferentes tipos de velo”, y que también podrán recibir educación de todos los niveles. El burka no es el único hiyab (velo) que puede llevarse. Existen diferentes tipos de hiyab que no se limitan al burka”, aclaró Suhail Shaheen a la cadena Sky News.
Denuncian persecuciones
Los talibanes han empezado a ir casa por casa buscando a las mujeres activistas”, denunció la conocida periodista y defensora de los derechos de la mujer Humira Saqib, que a sus 41 años se espanta ante el recuerdo de la anterior dictadura talibán (1996-2001). Desde la clandestinidad, como muchas otras mujeres, Saqib denunció que las activistas estamos atrapadas aquí, nos escondemos en casas de amigos o familiares y no podemos salir (a la calle) por el riesgo que corremos”.
Los talibán acosan y amenazan con regularidad a las mujeres en las zonas que controlan”, apuntó Femena, una red de apoyo a las feministas de Oriente Próximo y Asia. La organización recogió recogido la firma de 1.200 activistas afganas e iraníes pidiendo protección para los civiles, así como que se reconozca a las afganas en igualdad de condiciones con los hombres.
La comunidad internacional se acomoda al nuevo escenario
La comunidad internacional recibió con cautela las promesas de mayor moderación de los talibanes, mientras continuaban las evacuaciones de Afganistán y el mundo se ajustaba a la nueva realidad del retorno de los islamitas al poder.
Por un lado, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU anunció que celebrará una sesión especial sobre Afganistán el próximo lunes para tratar su grave” preocupación sobre derechos humanos”.
A su vez, el jefe de fiscales de la Corte Penal Internacional, Karim Khan, dijo que seguirá la situación en Afganistán y estaba preocupado por noticias de hechos de violencia y de incidentes que pueden equivaler violaciones de la ley humanitaria internacional”.
Sin embargo, el mundo se empezó a acomodar a la realidad: la Unión Europea (UE), por ejemplo, se mostró ahora a favor de dialogar con el nuevo Gobierno porque ganaron la guerra”, mientras que la OTAN se limitó a advertir que no permitirá bases terroristas en Afganistán.