Ni siquiera el largo fin de semana del Día del Trabajo, que se celebra el primer lunes de septiembre en Estados Unidos, dio un respiro al presidente Joe Biden, que intenta pasar de página tras la caótica salida de Afganistán y dejar definitivamente atrás el conflicto en el país asiático, que amenaza con convertirse en un polvorín que seguirá dando dolores de cabezas al líder demócrata.
Los talibanes anunciaron ayer que ya controlan todo Afganistán, tras asegurar que capturaron el valle del Panjshir, último gran bastión de resistencia armada, donde el jefe Ahmad Masud llamó sin embargo a levantarse” contra el nuevo régimen islamista. Con esta victoria, nuestro país salió por completo de la ciénaga de la guerra. La gente vivirá ahora en libertad, paz y prosperidad”, afirmó el principal vocero del movimiento talibán, Zabihullah Mujahid.
Sin embargo, las fuerzas de resistencia local, dirigidas por Ahmad Masud, desmintieron las versiones sobre la caída de la región a manos de los talibán. El Panjshir era la única de las 34 provincias de Afganistán que no había caído en manos de los insurgentes, que declararon haber dado por terminada la guerra, por segunda vez en dos meses. Masud, líder del Frente Nacional de Resistencia (FNR) -formado tras la caída de Kabul el 15 de agosto de este año-, respondió a los talibán con una exhortación a la población a levantarse por la dignidad, la libertad y la prosperidad” de Afganistán. Si bien el FNR reconoció fuertes bajas en combates durante el fin de semana y pidió un alto el fuego, ayer aseguró retener posiciones estratégicas” en la zona y continuar” con su lucha.
Imágenes publicadas en redes sociales mostraron sin embargo a los talibán en las oficinas del gobernador de la provincia de Panjshir, con banderas del movimiento islamista ondeando por todos lados. El vocero de los islamistas advirtió además ante nuevos intentos de insurgencia y llamó a los antiguos efectivos de las Fuerzas Armadas a integrarse en las tropas de su régimen.
En este contexto, el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, llegó ayer a Qatar, país que es el principal interlocutor de los talibán y en el centro logístico para la evacuación de todos los que han logrado huir de Afganistán. El funcionario se reunirá con el emir Tamim bin Hamad Al-Thani, entre otras autoridades cataríes, para abordar la situación de Afganistán, que se ha convertido en un importante problema geopolítico para Estados Unidos y en una posible crisis humanitaria que requiere la movilización de la comunidad internacional.
Los islamistas se acercan a China
Los talibán reiteraron ayer su deseo de mantener buenas relaciones con la comunidad internacional y ganar el reconocimiento de su Gobierno en formación, con un mensaje en el que agradecieron enfáticamente al régimen de Xi Jinping, que fue uno de los primeros en tender puentes con los extremistas tras la toma de Kabul.
China es nuestro país amigo, nos han ayudado mucho y les hemos pedido que nos ayuden, que cooperen con nosotros, también solicitamos al Gobierno de China que reconozca oficialmente a nuestro Gobierno y mantenga relaciones diplomáticas con nosotros”, aseveró el portavoz talibán, Zabihullah. Según él, el régimen está dispuesto a brindar su cooperación y apoyo total para la seguridad” de los proyectos económicos de China en la región.