El índice de desocupación saltó a fines de 2018 al 9,1%, lo que significa que 1.750.000 personas no tienen trabajo en la Argentina, casi 400 mil más que en igual período de 2017, según las cifras divulgadas hoy por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
La corrida cambiaria, la fuerte devaluación, la brusca caída en la actividad económica afectaron fuertemente el mercado laboral durante el año pasado y potenciaron una suba en el índice del desempleo. Si se suman los subocupados -quienes hacen changas y trabajos esporádicos-, que suman alrededor de 2,3 millones de personas, en la Argentina hay 4.000.000 de habitantes con gravísimos problemas de empleo.
Con relación a igual período de 2017, el dato oficial implicó una suba de casi dos puntos (7,2% fue ese período) y un aumento de 0,1% contra el tercer trimestre de 2018. La tasa de subocupación se ubicó al final de 2018 en 12% contra el 11,8% del trimestre anterior y el 10,2% de igual período del año anterior.
Según el organismo, los resultados del cuarto trimestre de 2018 correspondientes al total de aglomerados urbanos muestran que la tasa de actividad es del 46,5%, la tasa de empleo es del 42,2% y la tasa de desocupación alcanza el 9,1%. «Estos resultados no representan diferencias significativas con respecto al trimestre anterior», explicó el organismo que conduce Jorge Todesca.
En la comparación interanual, si bien la tasa de actividad se mantiene estable, se registran variaciones significativas en algunos indicadores, reconoció el ente encargado de las estadísticas.
A fin de 2018, la tasa de empleo se ubicó en el 42,2% cuando en igual período de 2017 había llegado al 43%.
También aumentó la precariedad laboral, es decir aquellas personas que hacen changas o trabajos de baja calidad, ya que la tasa de subocupación pasó de 10,2 al 12%, lo que significó un crecimiento de 330.000 personas en esa situación.