El Senado de Chile rechazó anoche, al cierre de esta edición, la acusación constitucional (juicio político) contra el presidente Sebastián Piñera, una iniciativa impulsada desde la oposición tras la revelación de presuntos negocios ilegales que involucran al jefe de Estado en paraísos fiscales, con un oficialismo abroquelado en defensa del mandatario.
La votación avanzó lenta y llegó después de que, por la mañana, expusiera una comisión compuesta por tres diputados que entregó sus argumentos a favor de la moción de destitución, luego de que la defensa de Piñera mostrara sus argumentos a favor de descartar la acusación.
Una votación favorable a la destitución hubiera dado paso a la integración de un Gobierno transitorio encabezado por el ministro del Interior, Rodrigo Delgado, hasta que el Congreso elija por mayoría absoluta a un nuevo presidente, aunque la movida resultaba conflictiva ante la cercanía de los comicios generales, que se realizarán el próximo domingo.
Además, los números previos, ratificados en la sucesión de pronunciamientos, certificaban que la suerte de la acusación estaba echada: la oposición no lograría los 29 votos que necesitaba, ya que únicamente tenía 24 senadores. Al cierre de esta edición, la acusación ya había sido rechazada por al menos 14 senadores sobre un total de 43, además de una abstención, lo que hacía imposible llegar a los 29 necesarios. Piñera debe terminar su segundo periodo como gobernante en marzo del próximo año.
Con la investigación de los “Pandora Papers” como principal prueba, estaba acusado de vender la Minera Dominga durante su primer mandato presidencial, entre 2010 y 2014, en una transacción oculta en el territorio de las Islas Vírgenes Británicas, un paraíso fiscal.
La venta se realizó al empresario Carlos Alberto Délano, uno de los mejores amigos de Piñera, bajo una condición insólita que potenció el escándalo: el contrato establecía que los pagos de los compradores se harían efectivos sólo si la zona aledaña al proyecto no era declarada bajo protección ambiental, como finalmente sucedió, algo que dependía del gobierno del propio mandatario, en una evidente incompatibilidad de funciones.
“Resulta incomprensible que nuevamente Piñera se salve de esta acusación. No tenemos el quórum suficiente para acusarlo constitucionalmente”, lamentó el senador Loreto Carvajal (PPD). “Todos sabíamos que este no iba a ser un buen Gobierno, pero nunca nos imaginamos que iba a ser así de horroroso, donde la imagen de Chile en el exterior, algo que había costado décadas de esfuerzos cimentar, iba a caerse al piso a un punto de casi no retorno”, agregó su par Jaime Quintana, también del PPD.
Lo cierto, sin embargo, es que la cámara alta rechazó las dos acusaciones contra el mandatario -haber infringido la Constitución y las leyes y haber comprometido gravemente el honor de la Nación- gracias a la unidad del oficialismo, que defendieron férreamente la posición del jefe de Estado pese a la cercanía de los comicios presidenciales del domingo.
Escenario polarizado para los comicios
Dos nuevos sondeos le dan una ligera ventaja al candidato ultraconservador José Antonio Kast ante el izquierdista Gabriel Boric para el primer turno de las elecciones presidenciales del domingo próximo en Chile, aunque ambos aparecen con empate técnico para un eventual ballottage, el 19 de diciembre.
Pese a la veda electoral en todo el territorio trasandina, las empresas de opinión siguen procesando datos, que entregan directamente a los equipos de campaña.
Por un lado, la encuesta “La Cosa Nostra” del sociólogo Alberto Mayol arroja un 32% de las preferencias para Kast, un outsider derechista, seguido muy de cerca –bajo el margen de error- por el izquierdista Boric, con un 31,7% de las preferencias.
Más atrás aparecen la demócrata cristiana Yasna Provoste con un 13,8% de y el abanderado del piñerismo, Sebastián Sichel, con un 11,1%.
A su vez, el sondeo “Plaza Pública”, de la empresa Cadem, le otorga un 32% de preferencias para Kast -con un techo de 35% y piso de 29%-; mientras que a Boric le pronostica un respaldo del 26%, con un techo del 29% y piso del 23%.