Falta poco más de un mes para las elecciones provinciales. El domingo 12 de mayo los cordobeses iremos a las urnas para elegir gobernador, vice y 70 legisladores que ejercerán su mandato por cuatro años, a partir del 10 de diciembre de 2019. Será la décima elección provincial desde la recuperación de la democracia.
Los partidos políticos y las alianzas electorales ya han presentado sus respectivos candidatos y estos empiezan a esbozar las líneas principales de sus propuestas. La publicidad a través de las redes sociales y los medios de comunicación se ha puesto en marcha y, sin dudas, crecerá más y más. Los ciudadanos empiezan a sufrirla.
Como es público y notorio, las campañas publicitarias del candidato de Hacemos por Córdoba, Juan Schiaretti, y de la Unión Cívica Radical, Ramón Javier Mestre, han tomado la delantera. Mario Negri, el candidato de una flamante alianza, ha tenido algunas apariciones periodísticas pero todavía no ha instalado su campaña.
Junto con las incipientes campañas del gobernador que busca ser reelegido y del intendente que trata de sucederlo, se ha incrementado la publicidad de sus gestiones. Los gobiernos de la provincia y de la Municipalidad muestran sus realizaciones. Se trata de una ventaja competitiva de la que carece Mario Negri.
En el caso del gobierno provincial, el objetivo es mostrar los progresos de los últimos 20 años de gobierno. Sin complejos por el tiempo transcurrido, se incluyen las tres gestiones de José Manuel de la Sota (1999-2007 y 2011-2015), la primera de Juan Schiaretti (2007-2011) y, por supuesto, la actual.
En el caso de gobierno municipal, la estrategia es destacar los logros de los dos mandatos consecutivos del intendente Mestre, elegido en 2011 y reelegido en 2015. “En tiempos difíciles, hicimos mucho”, repite el titular del Palacio 6 de Julio y repasa algunos de esos avances que, desde su punto de vista, ha conseguido en ocho años.
No hay referencias nacionales explícitas. Hasta ahora, se trata de una elección netamente provincial. El gobernador Schiaretti no tiene referentes nacionales. Al revés, él es uno de los principales armadores de Alternativa Federal, una fuerza política que trata de abrirse paso entre el kirchnerismo y el macrismo.
Por su parte, el intendente Mestre no se referencia con el presidente. Todo lo contrario, es uno de los radicales más críticos. Mario Negri, el candidato de la Casa Rosada, tampoco tendrá el apoyo presidencial. Así, Mauricio Macri estará ausente de la campaña: Mestre no lo quiere y Negri no lo puede tener.
La pelea es por la ciudad
El 12 de mayo, los cordobeses capitalinos también elegiremos intendente, vice y 31 concejales. Esto no sucedía desde los comicios del año 2007. En aquella ocasión, Daniel Giacomino (el entonces candidato de Luis Juez) le ganó a Ramón Mestre y, de esa manera, frustró el primer intento del actual mandatario.
En uso de sus atribuciones, la fecha de los comicios municipales fue dispuesta por el jefe capitalino, luego de conocer la fecha fijada por el mandamás del Panal para las elecciones provinciales. A diferencia del referido antecedente, esta vez habrá boleta única y la diferencia no es menor a los fines electorales.
Más allá de las especulaciones políticas y partidarias, la simultaneidad de ambos calendarios no debería empequeñecer lo que se decidirá en la capital cordobesa. Es muy importante para la ciudad y para la provincia, el resultado de estos comicios municipales. Es la oportunidad de decidir qué ciudad queremos.
Después de 20 años, por primera vez, el justicialismo tiene chances de llegar al Palacio 6 de Julio con un intendente justicialista. Según registran la mayoría de las encuestas, Martín Llaryora puede imponerse en las urnas. En particular, gracias a la imagen positiva del gobernador Schiaretti en la capital. No es poco para arrancar.
En 1999, ganó el justicialismo pero el intendente no fue justicialista: Germán Kammerath provenía de la UCeDé, aunque llegó por Unión por Córdoba. Paradójicamente, en 2003, el justicialismo perdió pero el intendente fue justicialista: Luis Juez provenía del peronismo, aunque llegó por el Frente Cívico.
Del otro lado, los votos que fueron de Cambiemos podrían disputarse entre Luis Juez y Rodrigo de Loredo. Ambos recordarán la catastrófica gestión de Kammerath, por supuesto. Además, de Loredo criticará los ocho años del Frente Cívico (2003-2011) y Juez los ocho de la UCR (2011-2019). Una interna a cielo abierto.
Mientras tanto, de cara al futuro, la ciudad necesita una gestión autónoma, descentralizada y participativa, con una visión metropolitana de obras a realizar y servicios a prestar. Hace falta un plan a corto, mediano y largo plazo, realizable y sostenible. Hace falta un trabajo conjunto con la provincia y la Nación.
En ese marco, los candidatos a la intendencia deberían ser capaces y honestos a la hora de exponer sus propuestas. Han pasado dos décadas de postergaciones y este puede ser un momento bisagra entre el pasado y el futuro de la primera ciudad del interior del país. No alcanza con criticar fracasos o sumarse a éxitos ajenos.