Al momento del accidente automovilístico, el camión contaba con más de 160 personas a bordo –en su mayoría provenientes de Guatemala- que estaban encaminadas en un viaje para ingresar a los Estados Unidos. Tanto el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, como su par guatemalteco, Alejandro Giammattei, y el Vaticano expresaron sus condolencias a las familias de las víctimas.
Además, el presidente mexicano dijo que la tragedia debería servir para que Estados Unidos reoriente su política migratoria, e insistió en que el fenómeno de los indocumentados no se resolverá por la fuerza.
El mandatario recordó que le ha manifestado al presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, de manera personal y mediante cartas, la necesidad de invertir en programas sociales en Centroamérica para prevenir la inmigración ilegal. Pero “hay lentitud”, admitió López Obrador.
Cabe señalar que este hecho tuvo lugar tres días después de que se reactivara, por orden judicial, un criticado programa de Estados Unidos que obliga a los migrantes a esperar en México la respuesta a sus solicitudes de asilo.
La crisis migratoria en la frontera estadounidense también se evidencia en sus cifras: más de 190.000 migrantes fueron detectados por autoridades mexicanas entre enero y septiembre de este año, el triple que en 2020.