Luego de que la justicia rusa ordenara el cierre -por distintas infracciones a la ley- de la ONG Memorial, conocida por su defensa de las libertades civiles y su papel como custodio de la historia de las víctimas del Gulag soviético, la comunidad internacional repudió la decisión.
“Estas acciones disuelven a dos de los grupos de defensa de los derechos humanos de Rusia más respetados y debilitan más a la declinante comunidad de derechos humanos del país”, dijo una vocera de la oficina de Derechos Humanos de la ONU. Además, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) pidió a Rusia que “suspenda” la decisión de disolver Memorial.
Por su parte, el portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Ned Price, lamentó el cierre y se solidarizó con quienes han sido “objeto de represión por ejercer sus derechos a la libertad de expresión, de asociación y reunión pacífica”. Otras instituciones, como Amnistía Internacional y Human Right Watch, se sumaron a los repudios.