Un ciclista español inició un viaje desde la ciudad de Ushuaia hasta Galicia (España), con el objetivo de generar el primer Camino de Santiago de Compostela en América en ser reconocido por la federación de esa famosa red vial religiosa, turística y cultural con asiento en Europa.
Alberto Cacharrón, protagonista de numerosas aventuras anteriores, busca recorrer el sur de la Patagonia argentina hasta Buenos Aires por la Ruta 3, para pasar luego a Montevideo (Uruguay), cruzar en barco el Océano Atlántico hasta Lisboa (Portugal) y llegar hasta Galicia, su tierra natal, totalizando 4.000 kilómetros.
El proyecto se denomina «Camino blanco terrestre», porque buscará unir por tierra el punto más cercano a la Antártida con la ciudad base del conjunto de rutas de peregrinación cristiana de origen medieval, transformadas en un ícono del turismo y la cultura.
«Lo que buscamos junto a un pequeño grupo de gente es plantar la semilla de la red de caminos de Compostela en América. Para que una vez concluido el proyecto, tanto un organismo de la iglesia santiaguista como el gobierno de Galicia lo hagan propio, y ello también sirva para el sector turístico en general», explicó Cacharrón, poco antes de iniciar el trayecto desde la Plaza Galicia de la capital fueguina.
El aventurero contó que la actividad de los caminos de Compostela genera un gran movimiento económico en sus zonas de influencia, producto del creciente número de visitantes que eligen recorrerlos desde diferentes zonas del mundo.
De hecho, los gobiernos locales invierten presupuesto público en su mantenimiento, cada camino tiene una asociación protectora y existe una entidad que nuclea a todas esas asociaciones, llamada Federación Española de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago (Feaacs).
«La actividad de los caminos fue generando hoteles de todas las categorías, casas de comida, comercios de ropa deportiva y transporte, porque hay personas que envían el equipaje para no cargarlo. En definitiva, se mueve un gran espectro de sectores de la economía», remarcó Cacharrón.
El ciclista, un empleado bancario durante más de 30 años y jubilado desde hace poco tiempo, mencionó que la filosofía de esta tradición no es abrir nuevos caminos, sino utilizar los ya existentes. «Ojalá que el día de mañana existan senderos paralelos, más adecuados para los caminantes, y con su propio movimiento de alojamiento y negocios asociados. Mientras tanto seguiremos la tradición de los peregrinos medievales: buscar el trayecto más corto y más seguro», detalló el deportista.
El cadáver de «Santiago el Mayor», uno de los principales apóstoles de Jesucristo y el primero de ellos en morir martirizado, fue descubierto entre los restos de un asentamiento romano abandonado hacia el año 820, y allí se construyó el templo convertido luego en la catedral de la actual ciudad de Santiago de Compostela.
«Santiago es una figura cristiana muy fuerte que terminó erigiéndose en el patrón de toda España. Tiene una fuerza significativa muy importante porque cuando el país estaba invadido por los árabes, se transformó en el ícono que propició la reconquista. Y a partir de la divulgación del sitio en que se encontraba la tumba de Santiago Apóstol, la gente empezó a peregrinar hasta el lugar. Así empezó todo», recordó el aventurero, que además es escritor y autor de nueve libros.
Sin embargo, lo que comenzó como una actividad puramente religiosa fue tomando otra dimensión con el paso de los años. «Hay contingentes muy numerosos de países no cristianos, como Corea del Sur, que llegan todos los años a caminar. Es porque el Camino de Santiago se ha convertido en un camino espiritual, que excede las religiones y tiene objetivos como el autoconocimiento», reflexionó Cacharrón.
Pedaleando hacia Santiago
El hombre que partió desde Ushuaia en una de las tres formas en que se permite recorrer los caminos de Compostela (las otras dos son a pie o a caballo) no se fijó un límite de tiempo para completar el trayecto. «En este momento no tengo responsabilidades laborales y puedo hacerlo. Me lo voy a tomar con calma, sobre todo porque tengo un gran desconocimiento de lo que voy a encontrarme por la ausencia de antecedentes anteriores, y por problemas extras como consecuencia de la pandemia», comentó.
Tanto la bicicleta como un carro para equipaje que utiliza, arribaron a Ushuaia a bordo del buque de investigación oceanográfica Hespérides, de la Armada española, que colaboró así con el expedicionario.
Cacharrón, que también es caballero de la Orden de Santiago, asegura que una vez finalizado el Camino Blanco, intentará completar en los próximos años el Camino Andino (partiendo desde Santiago de Chile) y el Camino Verde (recorriendo la costa de Brasil), todos con la idea de inaugurar en América la tradición de los caminos de Compostela.