El escritor checo Franz Kafka, uno de los más influyentes en la literatura del Siglo XX, tendrá su biopic bajo la dirección de la realizadora polaca Agnieszka Holland, informaron este miércoles medios estadounidenses.
Según informes, la propia directora, nominada al Oscar de 1992 por la adaptación del guion para su película «Europa, Europa», hará la presentación en una conferencia virtual en el Festival de Cine de Berlín este sábado.
Los productores, siempre según el sitio web especializado, se encuentran en negociaciones para una venta internacional de la película que, se estima, será filmada en la primavera boreal de 2023.
Será “un deslumbrante mosaico caleidoscópico de una película que dramatiza la vida y la imaginación del famoso escritor en una serie de viñetas independientes, que abarcan la vida de Kafka desde su nacimiento en la Praga de antes de la Primer Guerra Mundial, hasta su trágica muerte en Berlín en 1924 y escenas del futuro”, fue la descripción del proyecto por parte de los productores.
La producción estará a cargo de Marek Epstein y Sarka Cimbalova, quienes acompañaron a Holland en «Charlatán» (2019). Sam Taylor y Mike Downey, de Film and Music Entertainment (F&ME), serán los coproductores.
“Será la segunda vez que se intentará llevar a la figura de Kafka a la pantalla grande. La primera, dirigida por Steven Soderbergh y protagonizada por Jeremy Irons, no era estrictamente biográfica, sino que se basaba en una libre adaptación de pasajes de la vida del escritor, entremezclada con partes de ‘El Castillo’ y ‘El Proceso’, dos de sus principales obras”, se informó.
«El Proceso» fue llevado al cine en 1962 por Orson Wells, con Anthony Perkins como Joseph K, y en 1993 por David Hugh Jones, con Kyle MacLachlan como el icónico personaje kafkiano y la participación de Anthony Hopkins como el juez.
Nacido en Praga en 1883, Kafka falleció de tuberculosis en Austria en 1924. Pese a a ser checo, su producción está escrita en alemán, debido a la influencia que tenía sobre él no solo la literatura y filosofía alemana, sino también el manejar la lengua de Goethe como primer idioma, gracias a sus padres.
Sin embargo, pocos fueron los textos que se conocieron con Kafka en vida. Fue tras su muerte, y en contra de su voluntad, que su amigo y albacea Max Brod se decidió a publicar gran parte de la producción, entre lo que se encontraban cuentos y novelas que quedaron inconclusas, como «El Castillo» y «América».