Sufrir un accidente de tránsito es una experiencia traumática que puede desorientar incluso al conductor más experimentado. La confusión que se genera en los instantes posteriores puede llevar a empeorar la situación o cometer errores con consecuencias adicionales. A continuación, se detallan los pasos a seguir después de un accidente, ya sea en una vía urbana o en una autopista, para asegurar la seguridad de los involucrados y facilitar los trámites posteriores.
Accidentes en zonas urbanas: calles y esquinas
Cuando el accidente ocurre en una zona urbana, como en una esquina o en mitad de una cuadra, donde la velocidad de otros vehículos es baja (alrededor de 20 o 30 km/h), lo primero que se debe hacer es apagar el motor del vehículo. Si el auto es de llave, hay que retirarla del contacto; si es de botón, asegurarse de que el motor esté apagado. Las balizas deben estar encendidas; si el auto no lo hace automáticamente, se deben activar manualmente.
El siguiente paso es verificar que los ocupantes del vehículo no hayan sufrido lesiones físicas ni traumas emocionales. Si alguna persona presenta heridas o está en estado de shock, es crucial priorizar su atención.
Si todos están ilesos, antes de abrir la puerta para salir del vehículo, se debe observar que no haya tráfico que pueda representar un peligro. Al salir, es importante llevar un teléfono móvil o algo para anotar los datos del otro vehículo involucrado, especialmente si se sospecha que el otro conductor podría intentar huir.
En caso de que ambos conductores permanezcan en el lugar del accidente, es recomendable evitar discusiones. Incluso si se cree tener la razón, es imposible predecir cómo reaccionará el otro conductor bajo estrés, y una confrontación puede agravar la situación.
Accidentes en rutas o autopistas
Si el accidente ocurre en una vía de alta velocidad, como una ruta o autopista, los riesgos aumentan significativamente. Un peligro común es que otro vehículo que se acerque a gran velocidad no pueda detenerse a tiempo y colisione con los autos ya detenidos, provocando un choque en cadena.
Si el vehículo puede moverse, lo más seguro es llevarlo a la banquina. Esto debe hacerse conduciendo el auto, nunca empujándolo a pie. En una autopista, esto puede ser posible solo si el accidente ocurrió en el carril derecho. Una vez en un lugar seguro, se deben colocar los triángulos de emergencia: uno a 150 metros detrás del vehículo y otro a 75 metros para alertar a los conductores que se aproximen.
Si el auto queda detenido en el asfalto, lo más seguro es permanecer dentro del vehículo con el cinturón de seguridad abrochado y la cabeza apoyada en el reposacabezas. Salir del vehículo puede exponer a los ocupantes a ser atropellados por otros vehículos. En esta posición se debe esperar hasta estar seguros de que no hay riesgo de ser embestidos por otro auto.
Documentación y trámites posteriores
Después de asegurar el entorno y verificar la integridad de los ocupantes, es fundamental recopilar todos los datos necesarios para los trámites de seguro. Lo ideal es utilizar la cámara del teléfono para registrar los daños en ambos vehículos, así como la ubicación exacta del accidente. También se deben fotografiar o anotar los datos del otro conductor: DNI, licencia de conducir, dirección, número de teléfono, y el certificado de cobertura del seguro, verificando que esté vigente.
Ambos conductores deben realizar una denuncia en sus respectivas compañías de seguros y, si es posible, en la del otro conductor. Esto es crucial para poder reclamar los daños y utilizar servicios como CLEAS, un sistema entre diez aseguradoras argentinas que permite gestionar reparaciones de manera más ágil. Si ambos vehículos están asegurados en una de esas diez compañías, el damnificado del accidente recibe el servicio de reparación de daños de su auto por parte de su propia compañía, que después acuerda con la otra aseguradora la compensación económica del trabajo.
Pero en cualquier condición es fundamental que las dos personas involucradas en el siniestro hagan la denuncia en su propia empresa y luego la misma en la compañía del otro vehículo.
Siguiendo estos pasos, se puede asegurar una respuesta adecuada ante un accidente de tránsito, protegiendo tanto a los ocupantes como a otros conductores, y facilitando los trámites necesarios para resolver el siniestro con las compañías de seguros.