Un equipo de investigación del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) ha identificado un linaje genético exclusivo del centro de Argentina que permaneció desconocido hasta ahora. El estudio, liderado por el bioantropólogo Rodrigo Nores del Instituto de Antropología de Córdoba (Idacor), contó con la colaboración de científicos de todo el país y especialistas de la Universidad de Harvard, siendo publicado recientemente en la revista científica Nature.
Una investigación de alcance internacional
Según cuenta el portal UNCiencia, la investigación, que comenzó en 2017 como parte del proyecto «Ancient DNA: The Americas Project» de la National Geographic Society, se basó inicialmente en el análisis de 29 piezas dentales procedentes de contextos arqueológicos de la provincia de Córdoba. A lo largo de siete años, el estudio se amplió significativamente gracias al trabajo colaborativo con equipos de investigación de múltiples universidades nacionales, reuniendo evidencias provenientes de décadas de trabajo arqueológico en diferentes regiones del país.
El procesamiento de los datos genéticos estuvo a cargo de un equipo multidisciplinario integrado por la investigadora Josefina Motti del Laboratorio de Ecología Evolutiva Humana (Unicen), el profesional Nicolás Pastor del Idacor, el propio Nores y los especialistas Javier Maravall-López y David Reich de la Universidad de Harvard. Mediante la aplicación de métodos estadísticos avanzados, lograron analizar cientos de miles de marcadores genómicos que permitieron reconstruir la historia poblacional del centro argentino.
Hallazgos que reescriben la historia poblacional
Los resultados demostraron la existencia de un linaje genético con aproximadamente 8.500 años de antigüedad que muestra una notable continuidad hasta la actualidad. El análisis genómico de poblaciones contemporáneas del centro de Argentina confirma que esta ascendencia persiste después de más de ocho milenios, desmintiendo teorías anteriores sobre reemplazos poblacionales en la región.
Uno de los aspectos más significativos del estudio revela que este componente genético central participó en tres eventos migratorios interregionales fundamentales: hacia el noroeste argentino, donde se mezcló con el componente andino; hacia la región pampeana, donde se convirtió en la ascendencia principal desde hace aproximadamente 800 años; y hacia el Gran Chaco, donde se fusionó con el componente amazónico.
Implicancias para la comprensión de la historia sudamericana
La investigación proporciona evidencia contundente sobre la particular historia poblacional de Sudamérica, caracterizada por la permanencia prolongada de grupos humanos en sus territorios originales durante milenios. Este patrón contrasta marcadamente con lo observado en otras regiones del mundo, donde los desplazamientos poblacionales masivos seguidos de procesos de mestizaje fueron más frecuentes.
El doctor Nores destacó que «este linaje genético no desapareció ni fue desplazado, sino que evolucionó localmente, adquiriendo nuevas mutaciones y características propias a lo largo del tiempo». Los investigadores concluyen que la ascendencia identificada convive actualmente en la población del centro argentino con los componentes genéticos posteriores a la conquista, provenientes de Eurasia occidental y África subsahariana, configurando un panorama complejo de la diversidad biológica humana en la región.









