Llegan a mis manos cuatro libros de Editorial Barnacle, dirigida por el poeta y editor Alberto Cisnero. Un catálogo de poesía, que crece y crece. Y la poesía llega siempre de manera misteriosa. Hace un tiempo había leído una reseña sobre “Un hilo naranja” del poeta Daniel Freidemberg y estaba interesado en conseguir ese libro.
Como digo, la poesía llega misteriosamente. El director de este diario aparece con cuatro libros a mi casa. Una cena de amigos. Entre ellos estaba “Un hilo naranja”. Y junto al libro de Freidemberg, estaban los de Fabián Herrero: “La luna tiembla en mi cuerpo de agua”; “Lady Macbeth”, de Ricardo Herrera y “Babía y otros poemas” de Pablo Seguí. Me llamaron la atención los nombres de Freidemberg (Diario de poesía) y de Herrera (Hablar de poesía), otrora antagonistas, juntos en la misma casa editorial. Y al mismo tiempo, con el asombro, llegó también la celebración de un gesto noble que manifiesta que dentro del espacio de la poesía, hay lugar para todos. Pero el libro que buscaba leer y comentar era el de Pablo Seguí, que misteriosamente, ya no estaba en la pila de libros que me habían traído a casa. Por algún lado debe estar, pensé, y me puse a revolver y repasar por los lugares en los que habíamos estado. La poeta Marcela Rosales, se lo había llevado. Es necesario aclarar que el “llevamiento” fue a partir de un cambio de decisión del “traedor” de los libros, el director de este diario, que sin avisar cambió de destinatario en mis propias narices sin darme yo cuenta… Rastreando este misterioso entuerto, pude llegar a la poesía de Seguí, a través de Marcela y a través del mismo autor, con quienes me puse en contacto. Valga esta brevísima crónica para mostrar los inquietantes y maravillosos caminos de los libros.
Llegar a “Babía y otros poemas” es llegar a un territorio en donde todo es alusión a otro tiempo y el paisaje que podemos tocar y sobre todo escuchar, lanza guiños permanentes hacia un atrás idílico y al mismo tiempo real, que se hace presente en cada palabra que resuena. El libro está construido en base a una inclusión o encuadre donde “Babía” tiene un lugar protagónico. Incluye, contiene. Es un vientre materno que cuida lo que allí se gesta o mejor, lo que está en permanente gestación y otorgamiento, la palabra del poeta. Es allí, es en “Babía”, donde Seguí es fecundo. Su tierra de olvido y ausencia que hace presente la palabra, donde brotan poemas como largas bocanadas de humo que salen ordenadamente una tras otra.
Seguí, utiliza a lo largo de todo el libro el heptasílabo. Un verso de arte menor que aquí, en la destreza del oído musical de Pablo, de menor no tiene nada. Cada sílaba va llevando a otra de una manera natural y melódica, incluso sorteando los encabalgamientos, que pueden ser fáciles de hacer, pero difíciles de lograr. Pablo Seguí, nos ofrece un libro que está finamente atravesado por la música. Fluye acertadamente desde la forma con contenidos arduos y laberínticos.
La poesía, aparece a su vez como lugar de revelación. Revelación propia que es también revelación para todos: “Es indudable: espero./ Pero lo que se acerca/ -y no siempre- en la noche/ es mi voz, pronunciada,/ eso sí, desde un sitio/ quizá más prestigioso,/ en todo caso núbil”.
En permanente búsqueda, en estado de espera, Seguí se nutre del mundo clásico al tomar al heptasílabo como medida y al mismo tiempo introduce palabras del habla coloquial. Así, aparecen: bondi, compu, selfie, videoconferencia. Ese río que fluye musical amasa líquidamente las palabras y las vuelve poemas. No hay artificialidad, hay poesía. El dejo melancólico, junto a la forma clásica de arte menor, la modernidad de lenguaje y la necesaria cuota de misterio (La babía), dan un excelente resultado en el paisaje poético de la actualidad, que muchas veces se hamaca entre el olor a naftalina de lo atávico y el chisporroteo vulgar de la autoreferencia. “Babía y otros poemas”, lejos de estos extremos, nos lleva de la mano hacia la poesía. Y, ¿qué es la babía?: “Es una casa más/ entre todas las casas”. Me atrevería a decir que la Babía, es su lugar en el mundo.
“Babía y otros poemas” de Pablo Seguí, y los libros de editorial Barnacle se consiguen en Dylan Libros.